Es un placer inaugurar mi colaboración en "El Periódico de AquÃ", con una columna de opinión que versará principalmente sobre el mal llamado "fenómeno Runner" y que iré intentando desgranar a lo largo de las diferentes ediciones. Gracias por la oportunidad.
Me apetece llamar la atención del lector sobre la evolución tan gigantesca que ha tenido el fenómeno de la carrera a pie, y a ciencia cierta que algo de esto conozco, por haberlo sufrido en mis propias carnes… Mis más de cuarenta años como corredor me dan un punto de vista creo que válido para poder valorar la evolución que ha llevado.
En la década de los ochenta, surgió una campaña del Consejo Superior de Deportes llamada "Andar y correr", y ahà empieza la historia.
Aun asÃ, lo más común era que nos gritaran al vernos correr por carreteras y caminos, e incluso que intentaran hacer la "gracieta" de intentar atropellarnos. También, curiosamente, hemos sido increpados por gente trabajando; recuerdo como si fuera ayer, a un labrador en plena recogida del arroz, por la zona de El Saler, gritarnos a viva voz, que "si no nos daba vergüenza ir con pantaloncitos cortos correteando por la carretera con la de faena que habÃa en el campo".
Y es que, en la década prodigiosa de los 80 (no sólo conocida asà por los movimientos musicales de "la movida", o nuestra querida "ruta del bacalao"), nació en España, gracias al Ãmpetu de unas mentes privilegiadas, (y como no, siguiendo las modas made in USA) el germen de la que ahora se podrÃa denominar la "fiebre del corredor", e importamos, gracias a la Marathón de Nueva York (sÃ, en femenino), la peregrina idea de organizar en las grandes capitales españolas Marathones, pero de las de 42 kilómetros… Y asà en 1981, la Sociedad Deportiva Correcaminos, puso en marcha la semillita que nos ha traÃdo hasta nuestros dÃas a liderar a nivel mundial los ránkings en cuanto a marcas y sobre todo a número de inscritos, a denominar a Valencia, como "La ciudad del Running".
Lo que mucha gente no sabe, es que los directivos de la Sociedad Deportiva Correcaminos, marcharon a Madrid a correr y ver como se organizaba una Marathón, y ni cortos ni perezosos se pusieron manos a la obra para dar a luz a la criatura, eso sÃ… Organizando, y corriéndola a la vez (inaudito).
Lo positivo, es que asà se inoculó a la Sociedad Valenciana "la cultura deportiva" y poco a poco (quizás demasiado lentamente), hemos ido evolucionando y lo que en un principio se llamaba correr, pasó a llamarse jogging, después footing, para acabar denominándose ser runner.
No obstante, un servidor, pretende seguir considerándose CORREDOR, mientras la cordura me lo permita.