El cisma en el Partido Popular
a raíz de la investigación a Isabel Díaz Ayuso fomentada desde la propia
organización es todo un revulsivo. Un revulsivo que cambia, por completo, el
paradigma de puertas para adentro en Génova 13. Cambia la forma de tomar las
decisiones y las imposiciones sin poner en tela de juicio qué, quién o por qué.
Cambia la forma en que las bases, por fin, dan voz a sentimientos encontrados.
Porque los militantes pretendemos gobernar España, las comunidades autónomas y
todos y cada uno de los ayuntamientos del país para llevar nuestras políticas
allá donde son necesarias. Y es que gobernar Génova 13 es cansado, aburrido y
poco ambicioso. Y, a algunos, se les olvidó que para eso están los partidos
políticos y pretendieron apostar solo por lo segundo: fontanerismo de
primera.
Hoy se ha convocado al Comité de
Dirección Nacional en Génova para volver a endiosar al presidente e, intuyo,
solo se dirá que
no pasa nada y que somos alternativa al sanchismo. Pero lo cierto es que
Su Sanchidad descansa plácidamente en Moncloa mientras nuestros fontaneros
tratan de dinamitar el partido por dentro a base de chantaje. Pero, esta vez,
por fin, les ha salido rana. Isabel no se rinde ante nadie y, por suerte, las
bases estamos con ella y su forma de sentir la política.
Lo
peor es que no se trataba de, simplemente, defender a Ayuso: se trataba de que
Casado pretendía
despojar a los madrileños de lo que votaron en las urnas, negar la presunción
de inocencia y tener como prioridad espiar a su compañera de
filas en vez de articular una alternativa al peor gobierno de nuestra
democracia. Ayuso, que solo ansía lo que por derecho le pertenece -la
presidencia del Partido Popular de la Comunidad de Madrid-, es la oportunidad
perfecta para desalojar de Génova a quienes nunca podrán echar a Sánchez de
Moncloa y volver a rearmarnos para ser una opción real de gobierno. Aunque no
es menos cierto que Isabel no solo cuenta con el apoyo de los militantes de su
región, sino que España entera está con ella. Y estaremos con ella.
Y
es que no hay líder que
consiga, sin siquiera pedirlo, reunir a cerca de 4.000 personas reivindicando
tu figura y exigiendo la dimisión del líder así, de manera tan espontánea: solo
Isabel lo es. Fue capaz de aplastar electoralmente a la izquierda en mayo del
año pasado, con toda la presión mediática en contra, y sería capaz de hacerlo a
nivel nacional, de tener la valentía de dar ese necesario paso adelante. Fue
capaz de imbuir ilusión y la gente la mantiene hoy día. Dio personalidad a la
política y solución a los problemas. Dio naturalidad a lo cosificado y rebajó
lo elitista. Fue capaz de dar un vuelco a la visión política de este país y, no
olvidemos nunca, es admirada a nivel internacional.
Y todos aquellos que hablan de
Isabel, ¿sabrán, siquiera, quién es Casado? Nada más que hablar. Casado solo ha
sido capaz de poner de acuerdo a toda la izquierda para defenderle: el miedo a
Ayuso es más que real. Negar que Miguel Ángel Rodríguez ha creado un monstruo
político es negar lo evidente y siempre le estaremos agradecidos.
¿Primera mujer presidenta del Gobierno de España y
del Partido Popular? Si queremos formar parte de la Historia de España, debemos
querer pasar esta fracasada página.
Basta
ya: las bases queremos hablar. #YoConAyuso