Adrián Navalón. -EPDA La misma València que ostenta el galardón de Capital Verde Europea es a la vez la València que tiene barrios cada vez más degradados. El caso del barrio de la Fuensanta es paradigmático en cuanto al abandono público y la degradación.
Es posible que usted haya visto que las vecinas y vecinos de la Fuensanta han tenido problemas con una plagas de ratas, pero este problema no es sino la gota que colma el vaso. Un barrio con falta de alumbrado y con falta de cuidado de las zonas comunes y especialmente del arbolado. Un barrio en el que cada vez hay menos servicios públicos y privados, en el que se deteriora el sistema sanitario y en el que desaparecen oficinas bancarias.
Y aquí subyace un problema más profundo y es que según el código postal un vecindario vive mejor y otro peor, mucho peor. Sin embargo, todas y cada una de las personas de nuestra ciudad pagamos nuestros impuestos (excepto esos que utilizan la ingeniería fiscal) y merecemos barrios habitables. Merecemos barrios habitables y justos y para eso hay que intervenir e invertir dinero en nuestros barrios y combatir firmemente la desigualdad.
Desde la regeneración urbana y de viviendas, hasta servicios sociales y pasando por políticas de movilidad, lo que queda claro es que València necesita un impulso en favor de la ciudadanía y para eso, como demostramos allí donde gobernamos, es necesario Podem València. Las próximas elecciones municipales de mayo nos permiten darle a nuestra València el impulso que necesita. ¡Por una ciudad más habitable y más justa! ¡Sí se puede!
