Tuit de Isabel Bonig. 
Juanvi Pérez.
Fernando de Rosa, María José Catalá, Isabel Bonig, Vicent Mompó, Belén Hoyos y Juan Ramón Adsuara. EPDALa foto no ha sentado nada bien entre numerosos militantes y cargos orgánicos e institucionales y según ha podido saber El Periódico de Aquí las redes sociales y los grupos de whatsapp y telegram han echado humo todo el domingo. Este rotativo ha testado la opinión de dirigentes de la formación conservadora. Uno de ellos, que aspiraba a un congreso abierto, ha sido muy claro: ''Mompó es el bendecido por Madrid. La gente está muy enfadada. Han pedido unidad y cierre de filas alrededor de él, pero si no lo hace bien, Juanvi Pérez tiene opciones de ganar. Si todo el mundo no se siente representado por él, pueden haber sorpresas y que la militancia dé un toque de atención a Madrid. No se le conoce por nada en el partido, sólo por ser alcalde de un municipio de 1.000 habitantes. Ni se le ha oído en mítines, ni en debates. A diferencia de Juanvi, que sale fortalecido por su trayectoria, peso, discurso y con un valor contrastado''.
El propio Juanvi Pérez ha hablado para El Periódico de Aquí. ''Mi candidatura no busca un choque de trenes, sino que emerge desde la mayoría silenciosa de una provincia que busca recuperar el orgullo'', comienza diciendo. ''Después de estos años sin partido, la provincia de Valencia debe reivindicarse, volver a ser un granero de votos para el PP a nivel local y también para la Comunitat Valenciana y España. Debemos buscar un perfil propio, como el PP de Feijóo en Galicia''.
Pérez ha hablado con Teodoro García Egea. Según relata, le ha explicado: ''Quiero hacer como Casado cuando se presentó contra Soraya , el candidato de la militancia contra el "aparato". Lo malo es que ese "acuerdo" y esa "foto" representa a todos los que han estado gestionando el partido estos últimos ocho años. No son regeneración, son la perpetuación del status quo, doblegando una vez más a la provincia de Valencia, sin voz y sin voto. Y yo quiero recuperar ese peso y ese papel vertebrador para el proyecto del PPCV, fundamental para llevar a Casado a la Moncloa'', ha admitido.
De hecho, quiere emular a Casado, cuando se presentó como el candidato de las bases frente al aparato que apoyaba a Soraya Sáenz de Santamaría: ''quiero representar los valores de Pablo Casado contra Soraya, presentándome como el candidato de la unidad del PPVal. "Nadie pierde si yo gano" y no he llegado hasta aquí para que nada cambie (que es lo que representa la foto de hoy). Mi candidatura no busca un choque de trenes (no podemos repetir el error de Betoret-Contelles con el beneplácito de Bonig). Es una candidatura que emerge desde la mayoría silenciosa de una provincia que busca recuperar su orgullo. Una candidatura de concertación para garantizar la regeneración y la unidad de un partido huérfano desde hace ya demasiado tiempo'', prosigue.
''Como Casado quiero la vuelta del PP "sin etiquetas". Ni nuevo ni viejo, sino el PP de siempre. Ese partido del que sentirnos orgullosos y que ha garantizado siempre el bienestar de la sociedad frente a las políticas de la izquierda. Orgullosos de nuestro legado en infraestructuras, en servicios y en legislación que puso a las personas en el eje de la acción política'', comenta, para añadir respecto a la foto tuiteada por Bonig: ''La foto de hoy es una muestra de la debilidad de un proyecto generado con calzador. Una falta de estética sabiendo que hay otros candidatos. Una demostración de falsa concertación (todos han pactado con Génova para garantizarse el puesto) y que está provocando un gran rechazo en los grupos de whassaps y RRSS del Partido en la provincia. En definitiva, un error estratégico consentido por Génova, que vuelve a hacer oídos sordos a los verdaderos protagonistas, escuchando a unos cuadros que buscan mantener un status quo que les beneficia, a costa de la remontada electoral''. ''El partido así no llegará a ningún lado'', concluye.
Este lunes se anunciarán los congresos provinciales de Alicante y Valencia y en la capital valenciana, que se celebrarán entre el 12 de julio -fecha de las elecciones vascas y gallegas- y finales de julio. Se desconoce si se modificarán los reglamentos por las restricciones generadas por el coronavirus y si se incluirá votación telemática o habrá limitación de aforos y turnos para votar. En el caso de la ciudad de Valencia, María José Catalá tiene el reto de reconstruir un partido que también es un desierto orgánico, sin pulso, desde que se creó una gestora, situación agravada tras la salida de Luis Santamaría.
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