Gracias, presidente

Esta semana hemos vivido un suceso que marcará la historia política de nuestro país, nos dejaba el primer presidente de nuestra democracia, uno de los grandes hombres de nuestra época.

A pesar de no haber vivido aquellos inicios de la democracia española, para mí Adolfo Suárez, por su legado, ha sido una de las figuras más importantes y positivas de nuestra historia común; un gran hombre de Estado que luchó por la reconciliación nacional, por la paz y la concordia, desde la absoluta convicción y desde un profundo amor a España.

Fue una de las figuras determinantes para llevar a cabo uno de los mayores logros colectivos de nuestro país. Junto al Rey Don Juan Carlos, Suárez fue clave para culminar con éxito la transición política, el reconocimiento de los derechos y libertades en la Constitución de 1978 y la vuelta de España al proyecto europeo.

A nadie se nos olvidará la imagen de Adolfo sentado en su escaño sólo, inmóvil, sin inmutarse durante el golpe de Estado de Tejero. Esa firmeza y coraje, junto con la intuición y habilidad a la hora de gobernar pasarán a la historia, pues fueron determinantes para fraguar el país de libertades en el que hoy vivimos.

Adolfo Suárez fue elemento determinante para lograr la reconciliación y mantener la unión del país. Su capacidad para forjar consensos, logró superar divisiones y unir a los españoles en una gran causa común: la de la libertad, el bienestar y el desarrollo de la sociedad en su conjunto.

Así se definía en un discurso en TVE en el año 1976, cuando fue elegido Presidente, "Pertenezco por convicción y talante a una mayoría de ciudadanos que desea hablar un lenguaje moderado, de concordia y conciliación"

Por todo ello, el primer presidente de la democracia española merecía ser recordado y reconocido en vida, y el Partido Popular de Sagunto, como muestra de agradecimiento, propuso al pleno, en Febrero de 2011, dedicarle una calle. Acuerdo que fue respaldado por todos los grupos políticos, a excepción de IU. Aunque, sin duda, el mejor homenaje que se le puede hacer a Adolfo Suárez es esforzarnos por seguir el camino del entendimiento, la concordia y la solidaridad que inició, con el convencimiento de que ese es el camino de los demócratas.

Los españoles tenemos contraída una deuda con la figura de Adolfo Suárez, y para estar a altura, debemos luchar, tal y como él hizo siempre, por la defensa de la democracia y por la unidad de España. Gracias Presidente.