Emperador, con tan sólo 0,0306 km² de extensión, es el municipio más pequeño de España, pero a su vez, es el más densamente poblado y, además, tras el inicio de la entrega de 210 viviendas en 2007, se le agotó todo el territorio urbanizable. Pero Emperador tiene una curiosa y señorial historia, la cual nos lleva a la segunda mitad del siglo XVIII, cuando en ese lugar tan sólo había una venta situada en el camino que nos llevaba a Sagunto, hoy la CV-3015.
Pero el emprendedor Agustín Emperador, de ahí el nombre del municipio, en 1760 levantó varias fábricas y talleres próximos a la venta, y en 1771 construyó varias fincas y una ermita, la cual fue saqueada por los franceses en 1812 durante la Guerra de la Independencia Española (1808-1814).
Posteriormente levantó un palacio con huerto y torre, el cual aparece en uno de los cuarteles del Escudo del municipio creado oficialmente en 1988. Mas, el Sr. Emperador continuó levantando fincas y viendo la gran obra que estaba realizando, solicitó el Señorío del lugar amparándose en la ley alfonsina, rubricada en 1329 por Alfonso IV de Aragón (1299-1336) llamado «el Benigno», y a pesar de la oposición frontal de Museros, municipio que rodea totalmente a Emperador, y del Comendador de la poderosa Orden de Santiago, el Señorío le fue concedido en 1778 tras un juicio al que asistió el Fiscal del Reino de Valencia, pero quiso la fatalidad que Agustín Emperador no pudiera disfrutar de su Señorío, pues murió en noviembre de ese año. Su hermana, que lo sucedió en el Señorío en 1779 construyó un horno para cocer pan.
Recientemente, en 1978 el municipio se fusionó con el de Museros, pero los vecinos no querían esa fusión, y así en 1984 gracias a una sentencia del Tribunal Supremo, Emperador volvió a ser un municipio independiente.
Sin lugar a dudas, Emperador es un lugar que hay que visitar, pues el mismo destila la fuerza y el coraje de su fundador, Agustín Emperador.