Artemio AlmonacidYa tenemos un nuevo curso, con cambio de década incluido. Y seguramente hemos pensado "cómo pasa el tiempo", y todavÃa más "qué deprisa pasan las vacaciones"…, pero afrontándolo con la ilusión del primer dÃa de docencia y con nuevos retos e inquietudes.
Especialmente a nivel sindical, que es en la situación temporal en la que nos encontramos algunos docentes. Porque no olvidemos que somos profesores y si estamos al servicio de CSIF es porque creemos que podemos ayudar a mejorar las condiciones laborales de los compañeros docentes, y en consecuencia las mejoras a niveles pedagógicos.
En este sentido, consideramos que las presiones tanto a nivel nacional como autonómico de nuestro sindicato van teniendo efecto, pero queda muchÃsimo por hacer, para recuperar las condiciones laborales anteriores a los recortes, y cómo no, mejorarlas.
Estamos asistiendo a un desencuentro polÃtico que ha paralizado en los ámbitos pedagógicos cualquier ápice de actuación, y por consiguiente de mejora, que es lo que esperamos. Los partidos polÃticos no son capaces de ponerse de acuerdo para formar gobierno y nos llevan a unas nuevas elecciones, con un gasto innecesario, con el que se podrÃan construir decenas de centros educativos y radicar los barracones, por poner un ejemplo. Mal augurio tengo en nuestra petición histórica para solucionar el tema de las consabidas y fracasadas leyes educativas con el Pacto por la Educación, tanto nacional como autonómico. Si los intereses partidistas están por encima del interés general mal vamos. Los polÃticos deben tomar conciencia de lo importante que es la educación y ponerse de acuerdo en este aspecto, como sucede en otros paÃses.
De momento me quedo con la ilusión y las ganas que tienen mis peques el primer dÃa de cole, y es que algo ha cambiado en la Escuela Pública. La profesionalidad de nuestros docentes está por encima de cualquier mala racha, provocado entre en estos momentos por las desavenencias entre los partidos polÃticos. Agradecido y emocionado de la responsabilidad y saber hacer de las personas en las que confiamos el futuro de nuestros hijos y de la sociedad en general.
