Un equipo del Instituto de Arqueología de Mérida (IAM, CSIC- Junta de Extremadura) ha presentado los hallazgos de la última campaña de excavación. Entre copas, cerámicas y tornos de alfarero destaca una columna de mármol procedente de una cantera griega de, al menos, el siglo V a.C., lo que la convierte en la más antigua descubierta en la parte occidental del Mediterráneo.
La base y el fuste de esta pieza hallada por los investigadores sobresalen por su procedencia y naturaleza. En cuanto a su origen, el análisis macroscópico realizado por Anna Gutiérrez, investigadora del Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC), determina que el material empleado en su fabricación procede de la antigua Grecia, en concreto, de la actual isla de Mármara, en Asia Menor. Sin embargo, los investigadores aclaran que la localización exacta de la cantera de la que fue extraído el mármol quedará certificada tras la realización de análisis arqueométricos, actualmente en proceso. En cuanto a su función, y atendiendo a otros descubrimientos similares conocidos en el Mediterráneo, parece que los restos descubiertos corresponderían a un altar.
"Aunque se conocen otras piezas de similares características en el Mediterráneo, como las localizadas en el área de la colonia griega de Ampurias (Gerona), el ejemplo de Casas del Turuñuelo es el único realizado con mármol procedente de Asia Menor", destacan Esther Rodríguez González y Sebastián Celestino Pérez, investigadores del IAM que dirigen las excavaciones. Además, su hallazgo en un contexto del siglo V a.C. y junto a numerosas copas de la misma cronología procedentes del Ática, región de la antigua Grecia donde se encontraba Atenas, la convierten en la más antigua del Mediterráneo Occidental conocida hasta ahora. Su presencia en un yacimiento como Casas del Turuñuelo, localizado en el interior de la península ibérica, evidencia la relevancia de este enclave en época tartésica, donde debió jugar un papel fundamental en el comercio mediterráneo. Prueba de ello no es solo el hallazgo de esta columna, sino de otros materiales documentados en excavaciones anteriores, como vidrios macedónicos o los pies de una escultura de mármol pentélico (Atenas, Grecia).
"Estos hallazgos resaltan, nuevamente, la importancia política y económica de este enclave donde las manifestaciones rituales y religiosas tienen una especial importancia, como bien queda atestiguado en la propia amortización del edificio", explica Celestino Pérez.
La ingeniería hidráulica en Tarteso
Los trabajos realizados en el marco de la VII campaña de excavaciones en Casas del Turuñuelo se han centrado en las áreas este y norte del yacimiento tartésico. Entre las seis nuevas estancias documentadas, destacan tres localizadas en el exterior del edificio y vinculadas a trabajos de producción. Su función ha sido caracterizada gracias a la aparición de un horno, así como a la identificación de los utensilios hallados en estos nuevos espacios, donde destacan abundantes pesas de telar, molinos, cerámicas de almacenaje y un torno de alfarería realizado en bronce.
Sin embargo, uno de los hallazgos más relevantes se ha producido en las estancias correspondientes al edificio principal del asentamiento, donde se han excavado tres habitaciones en excelente estado de conservación. Entre los elementos arquitectónicos presentes sobresale una excelente obra de ingeniería destinada a la canalización hidráulica, que presenta casi un metro de altura y para cuya construcción se emplearon piedras de gran tamaño. "Este descubrimiento pone de manifiesto los conocimientos técnicos de los constructores de Casas del Turuñuelo, pues se trata de una obra planificada y ejecutada previa a la construcción del edificio, por lo que correspondería a la fase más antigua del mismo", añade la investigadora del IAM.
Además, las excavaciones del área norte han permitido recuperar diferentes objetos de metal, hierro y bronce, entre los que destacan dos jarros y varios broches de cinturón, fabricados en bronce y de tipología tartésica.
Un yacimiento de grandes hallazgos
El yacimiento de Casas del Turuñuelo se localiza en la comarca de las Vegas Altas del Guadiana, próximo a la desembocadura del río Búrdalo. Desde 2015 hasta la actualidad se han desarrollado siete campañas de excavación, que han aprovechado su excelente estado de conservación para documentar técnicas constructivas y soluciones arquitectónicas.
Entre los grandes descubrimientos realizados por el equipo de investigadores destaca la documentación de un masivo sacrificio de animales, hallado en 2017 en el patio del yacimiento. Años más tarde, en 2023, estos trabajos trajeron a la luz las primeras representaciones humanas de Tarteso y, el año pasado, los investigadores presentaron una placa de pizarra que supuso un doble descubrimiento, pues no solo contenía escenas bélicas de los siglos VI-V a.C, sino que sus inscripciones guardaban lo que podría ser un abecedario de una escritura paleohispánica meridional.
Construyendo Tarteso
Construyendo Tarteso es un Proyecto de la Agencia Estatal de Investigación dentro del Plan Estatal I+D+i del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Su objetivo principal es caracterizar la cultura material tartésica a través del análisis arquitectónico de los grandes edificios de adobe excavados en las últimas décadas e introducir el concepto de arquitectura como elemento integrado en el territorio.
La singularidad de Casas del Turuñuelo, yacimiento en el que se desarrolla el proyecto, se fundamenta especialmente en su excelente estado de conservación, lo que permite analizar técnicas constructivas y soluciones arquitectónicas que, hasta la fecha, no se habían documentado en un yacimiento de la I Edad del Hierro.
El proyecto pertenece al Instituto de Arqueología de Mérida (IAM), un centro de investigación mixto entre el CSIC y la Junta de Extremadura que inició su andadura en el año 2000. El objetivo principal del IAM es promover la investigación científica sobre el patrimonio arqueológico, desde el ámbito regional de la Comunidad Autónoma de Extremadura, hasta el internacional.