El cáncer de mama continúa siendo uno de los mayores desafíos de salud pública. Se estima que una de cada ocho mujeres (12%) desarrollará la enfermedad a lo largo de su vida. Solo en España, según datos del Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), en 2024 se diagnosticaron cerca de 35.875 nuevos casos, lo que representa casi el 29% de los tumores detectados en mujeres. Ese mismo año, 6.604 personas fallecieron por esta causa, 6.513 de ellas mujeres.
A pesar de los avances en detección precoz y tratamiento, el 30% de las pacientes experimentará una recaída. Por ello, la investigación biomédica y biotecnológica desempeñan un papel esencial en la búsqueda de terapias más eficaces, seguras y personalizadas. La biotecnología y la medicina de precisión están revolucionando el abordaje del cáncer de mama, permitiendo tratamientos menos invasivos y con mejores resultados en supervivencia y calidad de vida.
Innovación terapéutica basada en nanotecnología
Un ejemplo destacado de este avance es el trabajo de InnoUp, empresa biotecnológica española y socia de AseBio, que desarrolla soluciones basadas en nanotecnología para mejorar la administración y eficacia de los fármacos oncológicos.
Su CEO, Maite Agüeros, destaca el desarrollo de INP12, una formulación oral de paclitaxel que aprovecha las ventajas de la nanotecnología para optimizar la acción terapéutica del fármaco. "Gracias a su perfil farmacocinético, esta formulación permite una administración más segura y potencialmente más eficaz, facilitando tratamientos ambulatorios, reduciendo la toxicidad y mejorando la calidad de vida de las pacientes", explica Agüeros.
El sistema desarrollado por InnoUp, basado en nanopartículas, protege el principio activo durante su paso por el tracto digestivo y asegura una liberación controlada y prolongada. Los resultados preliminares de la Fase I han mostrado un excelente perfil de toxicidad y un comportamiento muy prometedor.
Actualmente, la compañía colabora con el Vall d'Hebron Instituto de Oncología (VHIO) en el desarrollo clínico de INP12. Tras concluir la Fase I, se prepara el inicio de la Fase II para confirmar los beneficios clínicos y la seguridad del producto.
De la innovación científica a la esperanza clínica
Los sistemas biotecnológicos ofrecen ventajas claras frente a los tratamientos convencionales. Reformular fármacos existentes para hacerlos más eficaces y seguros abre la puerta a una medicina más personalizada y accesible.
"El reto es doble: científico y clínico, pero los beneficios potenciales hacen que merezca la pena asumirlo", subraya Agüeros, que defiende una visión traslacional de la innovación, colaborando con agencias reguladoras y profesionales sanitarios para llevar los avances del laboratorio al ámbito clínico.
Empresas como InnoUp demuestran cómo la colaboración entre investigación pública, sector privado y hospitales está acelerando la llegada de innovaciones al paciente. En los próximos años, la combinación de biología molecular, inteligencia artificial y nanotecnología promete seguir transformando el tratamiento del cáncer de mama, con terapias cada vez más dirigidas, seguras y humanas.