La Sindicatura de Cuentas viene auditando la gestión de la Diputación de Valencia todos los años desde 2011, algo que la corporación provincial agradece, ya que permite dos cosas fundamentales: por una parte, sirve para dejar constancia de la buena gestión, salvo algunas observaciones menores de entre más de dos mil ítems estudiados, y, por otra, corregir esas incidencias de acuerdo con los comentarios del Síndic para las próximas ediciones con el fin de conseguir el cien por cien de su aprobación.
Pero del texto del informe 2012 de la Sindicatura de Cuentas ni se menciona, ni se debe interpretar que la Diputación de Valencia haya vulnerado la Ley de Contratos en el Plan de Eficiencia Energética de 2012, y ello porque, en primer lugar, no se ha producido ninguna renovación del referido plan y, en segundo lugar, la normativa aplicable es la Ley General de Subvenciones y no la ley de Contratos del Sector Público. Tampoco habla de irregularidad, ni en ese ni en ningún otro concepto.
La anotación del Sìndic, que ha podido llevar a pensar que ha existido una irregularidad y ni mucho menos una vulneración de la ley, procede de haber observado una imprecisión administrativa en el pliego regulador.
El acuerdo marco para el suministro de bombillas led de exterior se licitó en 2012 y ha sido prorrogado en 2013 y 2014, por lo que se cumple lo preceptuado por la Ley de Contratos del Sector Público, ya que está por debajo del máximo de cuatro años de vigencia del citado acuerdo.
Por lo que se refiere al Plan de Eficiencia Energética en el alumbrado público hay que aclarar que fue aprobado en 2012 y finalizó ese año. En 2014, lo que se ha aprobado es una nueva convocatoria de subvención para artículos de iluminación de tecnología Led para edificios públicos, que es diferente y tiene su propia convocatoria y especificaciones, lo cual puede haber inducido a una errónea interpretación periodística.
Igualmente no se puede interpretar del texto de la Sindicatura que se ingresan préstamos para los que no hay proyectos, ya que todos los préstamos – los 55 millones a los que se refiere el escrito- son gastos de capital por imperativo legal. Esos fondos se pueden gastar ese mismo año o al año siguiente, en función de la gestión presupuestaria, pero todo ese dinero se han destinado a inversiones.
Y dado que la propia Sindicatura entiende que la Diputación está amortizando deuda por encima de lo previsto, entiende esta corporación que no hay que amortizar tanta deuda y prefirió destinar ese dinero a inversiones futuras.
Otra cosa es que los distintos ayuntamientos a los que se les transfiere capital ejecutan en los plazos correspondientes las obras para los que se habían destinado los fondos de la Diputación.
Como ha dicho reiteradas veces el presidente Rus, "en la Diputación nos gastamos lo que tenemos y por eso tenemos los que tenemos: una solvencia económica que reconocen nuestros miles de proveedores y hay cola de empresas queriendo trabajar para esta administración".
El informe 2012 de la Sindicatura recoge en su página 21 que "el 18 de septiembre de 2012 el pleno de la diputación aprobó un plan de ajuste a tres años con la única finalidad de reconducir su nivel de endeudamiento por debajo del 75% en el año 2015". La buena gestión de este ajuste ha hecho que a 31 de diciembre de 2013, dos años antes de lo previsto, "el nivel de endeudamiento consolidado ha quedado determinado en el 66,7%, por debajo del objetivo previsto para el año 2015, que era del 75%, circunstancia que pone de manifiesto el cumplimiento de las previsiones del plan de ajuste aprobado por la Entidad".
Prueba de que la Diputación hace caso de las recomendaciones del Síndic, para 2014se han destinado remanentes líquidos de tesorería para amortizar 21,7 millones de euros adicionales, lo que ha permitido mejorar las expectativas de reducir la deuda para 2014 al 56,59% y para 2015 al 50,77%.
El informe de la Sindicatura de Cuentas en ningún momento habla de que no se ha ejecutado la mitad de la inversión. La inversión ha subido el doble del presupuesto inicial y nunca en la historia de la Diputación se ha hecho un esfuerzo tan grande en inversiones, como lo demuestran los datos de 2012 y 2013.
En 2012 el presupuesto inicial para inversiones era de 49 millones y el presupuesto ejecutado al cierre del ejercicio con 52,3 millones , es decir un aumento del 106,73%. En cuanto a las transferencias de capital para que los ayuntamientos hagan sus inversiones, en 2012 el presupuesto inicial fue de 28 y se cerró con 46,7 millones, un 165% de crecimiento.
En 2013, el presupuesto inicial de inversiones era de 56,3 millones y acabó ascendiendo a 67,4, es decir un crecimiento del 119%. Ese mismo año, las transferencias de capital a los ayuntamientos previstas ascendían a 29,9 millones y se acabó el año con 61,4 millones, un 293% más.
Para entender los porcentajes de crecimiento, cabe destacar que si el presupuesto inicial es "x" (ej. 49 mills) y se cierra el año ejecutando ese mismo valor de "x" (49 mills.), la ejecución resulta del 100%, por lo que si al cierre del año el valor es mayor que "x" (más de 49 mills.) el porcentaje aumenta, como es el caso de los citados datos de 2012 y 2013.
Estos son los datos que avalan la ejecución presupuestaria de una forma objetiva.
