Tras los hechos ocurrido en el mes de mayo del 2012, en que la Guardia Civil
abortó el secuestro de un joven ciudadano de nacionalidad pakistaní en las
autopista AP-7, sentido Valencia, al que habían abordado tres individuos y
obligado a introducirse en una furgoneta cuando se disponía a abrir su locutorio,
ubicado en la localidad de Oliva, y en el que sus captores le exigieron la cantidad
de 13.000 euros.
Por ello, se inició la Operación "KARACHI", por parte de componentes de la
Policía Judicial de la Guardia Civil en Gandía, ante las sospechas de que
existiera una banda dedicada al tráfico ilegal de personas en la localidad de oliva.
Tras las investigaciones realizadas por los agentes encargados del caso, se pudo
comprobar de que se trataba de una banda organizada dedicada a captar
ciudadanos pakistaníes e Indios en sus países de origen, con la falsas promesas
de una vez mejor en España, y que una vez convencidos pagaban sobre unos
4.000 euros a esta banda.
Las víctimas de esta banda organizada, eran introducidos desde Grecia a
España, en dobles fondos de camiones, como polizones en barcos (en
condiciones infrahumanas), o cruzando las fronteras en grupos o a pie y portando
documentación falsa.
Fruto de las investigaciones, y en la fase de explotación de esta operación,
realizada entre los días 27 y 28 de mayo, se procedió a la detención de tres
varones (dos de nacionalidad pakistaní y un de nacionalidad hindú), de edades
comprendidas entre los 25 y 53 años, como presuntos autores de un delito de
tráfico ilegal de personas y de falsificación de documentos.
En esta operación se realizaron tres registros, en la localidad de Oliva, dos de
ellos en dos viviendas y una tercera en un locutorio, donde los agentes
incautaron numerosa documentación, relacionada con estos hechos delictivos.
Uno de los arrestados, resultó ser el joven que en el mes de mayo de 2012, fue
secuestrado por tres individuos, resultando ser éste el cabecilla de esta banda
organizada.
Los detenidos, pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción nº 1 de Gandía.
Las investigaciones continúan abiertas para lograr el total esclarecimiento de los
hechos, no descartándose nuevas detenciones.
