No han pasado
ni veinticuatro horas desde las elecciones de Castilla-León y ya surgen
las particulares lecturas que hace cada fuerza política y
sus antagonistas sobre el resultado: que si el PP sube muy poco (pero es el vencedor), que si el PSOE
no se hunde tanto (pero no gana, y queda muy lejos de poder sumar con el resto de la izquierda), que si la subida de Vox es potente o no, que Podemos pierde
fuelle, que Ciudadanos no ha desaparecido (aunque casi) y que los
partidos de la llamada España vaciada
siguen con la tónica de fragmentación de voto y de dificultar a los grandes el
mantener la hegemonía que en otro tiempo disfrutarton ...
En mi opinión hay una conclusión cierta, el bloque de partidos de centro-derecha supera al bloque
de partidos de izquierdas. Las urnas dicen que es tiempo de
cambio.
Ante
este panorama, en aras de la gobernabilidad de la Junta de Castilla-León, no cabe más que un entendimiento entre PP y Vox que proporcione estabilidad al gobierno que surja de aquí.
No soy quién para valorar si
hay que darle a Vox la Vicepresidencia o no de la Junta pero, una cosa está clara, cuando la izquierda define a
Vox como extrema derecha, implícitamente, con esa sutil y siempre
eficaz utilización del lenguaje que ellos hacen,
crean en el ideario colectivo
la imagen de que "Vox es
lo peor" y que en consecuencia, los dirigentes
y los votantes deben impedir a toda costa que gobierne un partido de extrema
derecha.
Sin embargo, en la izquierda, el PSOE gobierna con naturalidad con Podemos y también gracias
a una amalgama de partidos de extrema izquierda. ¿Cómo entonces se
atreve a poner cortapisas morales al PP para que no pacte con un partido que "ellos" definen de extrema derecha?
El PSOE gobierna con comunistas, independentistas y partidos que han
respaldado a grupos terroristas, sin
ningún tipo de remordimiento. Opino que en democracia caben muchas opciones. Si
un partido está dentro de la legalidad y acepta las reglas democráticas, puede
y debe ser tenido en cuenta.
Luego hemos visto lo que
pasa cuando partidos como el mismo Podemos gobierna al asalto a los cielos; una vez pisan moqueta y coche oficial, se moderan.
Cuando gobiernas te encuentras con las leyes y con el funcionamiento de la
administración pública que contextualizan y enmarcan tus acciones de gobierno dentro de la legalidad y, de golpe,
todo ya no es tan sencillo de hacer como
cuando vociferaba en un mitin o en la barra del bar. La música amansa a las fieras. Además,
a este partido le han votado
españoles con pleno derecho y dentro de la más estricta legalidad. No veo dónde está el problema.