En 'Colgados
de Netflix' no caben etiquetas, los que aquà se acercan no me
podrán encasillar en que solo abordo series extranjeras, o policiacas o de
época, por poner algunos ejemplos. Mira por donde hoy toca detenerse en una de
sello local. Se trata de MerlÃ
,
una serie producida por
Veranda para la
TV3
,
donde ha triunfado, que tuvo un paso fugaz por
La Sexta
y que ha 'explotado' con honores de gran serie en
Netflix
a nivel internacional.
Y es que Merlà es un pasote, un flipe como dirÃan algunos de sus jóvenes personajes. En Merlà nos
damos cita todos. Me refiero a profes,
alumnos y padres. De ahà la clave de su éxito. Y lo mejor de todo, no
necesariamente profes, aunque cada vez estoy más convencido de que es la
profesión más bella del mundo, pero es obvio que todos hemos sido alumnos y
algunos ya incluso padres. Hablar de relaciones, de sexo, de trabajo, de
polÃtica, de progreso, de la amistad, de la familia, de la sociedad y hacerlo
desde una materia tan recluida como es la filosofÃa, hoy en dÃa, es, desde
luego, una propuesta atrevida y MerlÃ, apuesta y triunfa.
Merlà consta de tres
temporadas, con trece capÃtulos por temporada de unos 50 minutos y la tercera
temporada cuenta con 14 capÃtulos y la verdad, una vez visto, no parece casual.
Merlà es como la vida misma, como
el 'auge y caÃda' y vuelta a resurgir de un 'prota' que lo borda. Desde luego, MerlÃ
no deja indiferente y eso es lo que pretende y además es el reconocimiento
a un gran actor, Francesc
Orella, que le ha tocado 'jugar' demasiadas veces como secundario.
Pero Merlà no es solo un profesor
de 'Filo', es una serie coral donde se van sucediendo tramas, donde los
personajes van 'creciendo', van apareciendo otros nuevos y el guion cumple con
esa difÃcil función de crear un producto creÃble y bueno.
Debo reconocer a tÃtulo personal,
y recupero la idea de que es para 'todos los públicos', que Merlà te hace
revivir aquella adolescencia, ya lejana para los que como yo somos del 69;
Merlà te ayuda y te acompaña, si tu rol en la vida real es el de padre/madre;
pero, sobre todo, Merlà es un acicate/refuerzo/espejo/rechazo/provocación…
según el modelo de 'profe' que cada uno sea. Tengo que decir que yo ejercà como
tal durante ocho intensos cursos con universitarios 'desatados', a través de
una materia vinculada a la comunicación y mi principal objetivo siempre fue
invitarles a la reflexión, a pensar, a ser crÃticos. No siempre lo conseguÃ,
pero les di una lección que, hoy en dÃa, cuando han pasado más de seis años
desde que 'me abandonaron' las aulas, me dan motivos para creer que algunos la
aprendieron, cuando veo en ellos ese 'buen gesto' (desde el escaparate que nos
brindan las redes) que invita al resto a ser mejores personas. Y esa
satisfacción anónima, como dirÃa un tutor: 'es de nota'.
¡Bravo por todos los Merlà del
mundo y por la educación en humanidades! Porque es lo único que nos hace crecer
por dentro y cuyos resultados se notan por fuera.
Pere Ferrer