El Castelló que yo quiero tendrá acceso al centro, dando facilidades, sin un cuello de botella que lo impida. Tendrá un plan integral que lo embellezca y haga atractivo, será el espejo y orgullo de ciudad. Reactivaremos su actividad comercial, haremos como hacen en otras capitales, la misma solución para el mismo problema.
La polÃtica no se debe supeditar como hace el equipo de gobierno al blanqueo de cara en periodo electoral y pasarse el resto de legislatura sesteando. Tampoco es de recibo la venta de humo al por mayor que práctica un partido de nueva planta, que presenta un proyecto cada 15 dÃas, sin tener en cuenta el dinero, los condicionantes del terreno y que está supeditada su cesión a la actividad o en otro querer rememorar la actividad de un antiguo establecimiento céntrico, sin tener en cuenta a la Sareb o al administrador concursal al estar judicializada la propiedad. Tampoco es de recibo que un partido de la oposición dÃa sÃ, dÃa también, se haga una fotografÃa, diciendo que va a solucionar un problema, cuando ni tan siquiera es competencia municipal. Estas polÃticas no son serÃas.
Los proyectos tienen que ser útiles y también realizables, mi candidatura trabaja en ellos con el firme deseo de presentarlos y de llevarlos a cabo.
El Castelló que yo quiero es de servicio público, de engrasar una maquinarÃa atascada de varias legislaturas y que funciona a ralentÃ. El que yo quiero no funcionará por inercia, será imaginativo, creativo, no estara esperando lo que nunca llega, buscará y explorará posibilidades para desarrollar nuestro suelo público. Los emprendedores tienen que fijar sus ojos en Castellón, porque la función municipal, no se circunda a administrar, sino a buscar y ofrecer posibilidades de implantación. Tenemos aeropuerto, unas comunicaciones inmejorables, un clima espléndido, puerto, playas. No podemos seguir sin desarrollar nuestras posibilidades. Todas las capitales de nuestro entorno progresan. Me resisto, nos hemos acostumbrado a ver languidecer las principales arterias de nuestra ciudad, solo hay que ver fotografÃas de las principales calles de Castellón hace quince años y compararlas con la actualidad.
Hay que dejarse de encasillamientos polÃticos, hay que servir al cargo, no servirse del cargo, hay que cambiar el chip por nuestro Castelló. No hay mayor orgullo que servir a tu ciudad y ser emprendedor por ella, reactivar su actividad y ponerla en el mapa, eso quiero para mi Castellón o Castelló, lo que prefiera, para mà es la misma, la nuestra, la de todos.