El Boletín Oficial del Estado establece como Régimen sancionador el artículo 10 de la Ley Orgánica 4/1981 con multas que pueden alcanzar hasta los 600.000 euros en los casos que a sabiendas se ponga en riesgo a un número alto de población. Estas van desde los 100 euros, pero pueden alcanzar esos 600.000 euros. Las multas de menor importe, pero las que más se realizan cada día, por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, son las referentes al no cumplimiento del uso obligatorio de la mascarilla. Suponen 100 euros y se reciben en pocos días en el domicilio del infractor, según advierten fuentes policiales a Efe.
Principalmente las sanciones están tipificadas en tres tipos: leves, graves y muy graves.
Las leves implican superar el 50 % del aforo en establecimientos, incumplir el horario de cierre u organizar reuniones con más de 6 personas.
Estas infracciones pueden conllevar una multa de los 600 a los 3.000 euros y las administraciones consideran que en estos casos se pueden producir hasta 15 contagios.
Saltarse el toque de queda o no cumplir con las restricciones a la movilidad en la Comunidad de Madrid son las sanciones más comunes dentro de esta tipología, así como en otros territorios, con restricciones similares.
También están castigados los incumplimientos del aislamiento para los casos positivos por coronavirus y sus contactos, que pueden suponer unas multas de hasta 15.000 euros, según los datos ofrecidos por la Comunidad de Madrid.
Para ello el Gobierno regional ha diseñado una aplicación para que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado puedan acceder a bases sanitarias para vigilar que las personas que identifican deben estar o no en cuarentena.
Este tipo de actuaciones se consideran infracciones graves y podrían suponer contagiar a entre 16 y 150 personas. Las infracciones muy graves son aquellas en las que se puede contagiar a más de 150 personas y las multas pueden oscilar entre los 15.000 y los 600.000 euros.
Según recuerdan fuentes policiales a Efe el incumplimiento reiterado de las restricciones pueden suponer unas sanciones de mayor cuantía económica y delitos penales como desobediencia, que incluso acarrean penas de prisión dependiendo de la gravedad de los hechos.
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