Artemio AlmonacidEn un artÃculo anterior exponÃa que el desencuentro polÃtico estaba paralizando en los ámbitos pedagógicos cualquier ápice de actuación, y por consiguiente de mejora. Los partidos polÃticos no fueron capaces de ponerse de acuerdo para formar gobierno, y por consiguiente la repetición de elecciones.
Lamentaba el gasto innecesario, con el que se podrÃan construir decenas de centros educativos y radicar los barracones, entre otras actuaciones. Además, tenÃa un mal augurio en relación a la petición histórica que tiene nuestro sindicato acerca del Pacto de Estado por la Educación, lo que solucionarÃa el problema de las consabidas y fracasadas leyes educativas, tanto a nivel nacional como autonómico. Se intuye, por tanto, que los intereses partidistas están por encima del interés general.
La idoneidad estriba en la actuación conjunta de todos los partidos polÃticos y fuerzas sociales, partiendo de una base común, de Ãndole social y apolÃtica. Y aparcar de una vez las guerras educativas que dan a luz leyes cuyo final es la derogación en el cambio de gobierno. Para prueba, todas las que hemos tenido, y si no se llega al consabido Pacto por la Educación, las que tendremos.
El futuro de un paÃs pasa para la educación, por lo que la inversión (en la que estamos a la cola), asà como unas las leyes educativas idóneas son de vital importancia.
La educación no puede esperar, es un tema urgente, y que desgraciadamente se ha aletargado todavÃa más con las últimas y crecientes desavenencias polÃticas.
Nuestros compañeros de CSIF a nivel nacional luchan, contra viento y marea (entiéndase partidos polÃticos y sindicatos), por un Pacto de Estado por la Educación.
Quiero ser optimista y pensar que no es una utopÃa y que algún dÃa tendremos una nueva Ley Orgánica de Educación, basada en un Pacto de Estado, que por fin estabilice de una vez nuestro Sistema Educativo.
