DÃa Internacional de la Mujer. Una fecha donde
todas intentaÂmos hacer y decir algo más, en nombre propio y el de todas y toÂdos,
por la defensa de la mujer, de su indiscutida igualdad legal, pero su siempre
ninguneada igualdad real. Este 8 de marzo nos llega en España, pero nos toca a
cada una bien de cerca y bien adentro, con un nuevo ataque a nuestra liberÂtad
y, por tanto, a nuestra liberÂtad. Pues por si algún distraÃdo anda suelto por
ahÃ, vale aclararlo, que sin libertad la mujer no puede gestar dignidad.
El PP y Rajoy nos "regala", pues realmente es un
Ley gratuita, que nadie reclamaba ni exigÃa, más allá de la caverna
ultramontana de la derecha y la iglesia más conÂservadora y algún que otro reacÂcionario
quedado en la historia, una normativa sobre el aborto que la inmensa mayorÃa de
mujeres rechazamos. Un aplastante rechaÂzo de la sociedad española, tanto de
las asociaciones de mujeres como desde el ámbito sanitario y cientÃfico. A
iniciativa del PSOE, el rechazo llega desde el Parlamento Europeo como desde el
Consejo de Europa. En nombre de muchas mujeres y de mi partido, me sumo y me
niego a otra marcha atrás.
No es verdad que sea una nueÂva Ley que nos protege:
En primer lugar, no se puede obligar a una mujer a ser madre cuando no quiere
serlo. Ese no es el camino para fomentar la materniÂdad. Tampoco lo es recortar
dereÂchos y recursos a la educación, la sanidad y la polÃtica social. Y, desÂde
luego, no se protege la materniÂdad cuando se eliminan todo tipo de estÃmulos
vinculados a los deÂrechos de las mujeres y el fomento de la igualdad.
Desde el mismo dÃa en que fue anunciada por el
Gobierno del PP la reforma de la Ley del Aborto, el PSOE ha liderado una
oposición frontal –con todos los medios a su alcance-, dentro y fuera de nuesÂtro
paÃs, para impedir que a las mujeres españolas se les quite el derecho que la
Ley en vigor nos reconoce a decidir sobre su materÂnidad.
Si la sociedad española no
quiere una marcha atrás en maÂteria de legislación del aborto ni reclama
ninguna reforma. Si las mujeres españolas no quieren una marcha atrás. Si
Europa no quieÂre que España de marcha, cuanÂdo tiene una Ley similar a la que
existe en el resto de los paÃses de la Unión Europea. Es evidente que el que
tiene que dar marcha atrás es Rajoy.