España habita una península, que rodeada de mar, y con más de trescientos días soleados al año, es la combinación perfecta para ser, como somos, un país líder en destinos turísticos de orden internacional. Con estos mimbres, no es de extrañar que nuestro principal motor económico, el que da de comer a miles de familias, sea el dedicado al Turismo. Sin duda, nuestras espectaculares playas son cómplices del éxito que disfrutamos entre millones de visitantes que recibimos cada temporada en la Comunidad valenciana, como en el resto de los municipios costeros nacionales. Sin embargo, se hace imprescindible una Plan de Choque Nacional que recupere, de forma definitiva, las playas del litoral español.
En mi opinión, el Ministerio de Costas, llámese como se quiera, debería ser uno de los más potentes del Gobierno de España, tras Sanidad y Educación, con una financiación acorde a todas las actuaciones necesarias pendientes, y la ejecución de obras que dieran una solución definitiva a la regresión de las playas, que tras temporales cada vez más habituales y dañinos, merman la estabilidad de las mismas. A todo ello, se une el hecho de que miles de propietarios con viviendas en primera línea de playa no pueden conciliar el sueño ante la amenaza de deslinde que sufren sus propiedades; expropiaciones encubiertas y atracos de guante blanco. Y es que los responsables, amparados en una legislación a medida de sus intenciones, y con la excusa del respeto al medioambiente, deliberadamente, confunden esto, con la inacción más insultante en la que dejan, a su suerte, el deterioro de nuestro litoral y el futuro incierto de muchas viviendas. No obstante, la sociedad civil está despertando y las movilizaciones ante las administraciones competentes ya son un hecho constatable.
La manifestación de este pasado 25 de febrero, abanderada por la Plataforma La Mediterránea, concentró propietarios de viviendas de las diferentes localidades costeras de la cuenca Mediterránea. Asistí como Alcaldesa y como Portavoz de Ciudadanos en Oropesa del Mar. No es la primera que acudo ni será la última. No vamos a permitir la aplicación de una normativa aprobada de espaldas al sentido común y la ciudadanía, que deja desprotegidas a miles de familias. Hay culpables.
Las políticas de defensa de nuestras playas, desde hace décadas en manos del PP y del PSOE, en su complicidad de alternancia en el poder, han sido las de mirar para otro lado. Ni el PP antes, ni el PSOE ahora, han defendido la salud de la costa del Mediterráneo ni tampoco en la del resto del litoral de España. En Madrid pasan el rodillo por encima de todos cuando gobiernan, y ahora vienen a las manifestaciones a hacerse la foto. En mi pueblo a esto lo llamamos cinismo.