¿Se imaginan a Luke sin Darth Vader, a Batman sin Joker o a cualquier héroe sin su villano? Deja de haber pelÃcula.
Hay un debate recurrente (sobre todo desde un interesado punto polÃtico) que es el acceso a la vivienda tanto en propiedad como en alquiler –que, recordemos, es un derecho constitucional– y de quién es la culpa de que sea una empresa difÃcil de conseguir. Sueldos bajos, sociedad low cost, poca o nula capacidad de ahorro, inseguridad jurÃdica del alquiler, nueva ley hipotecaria, aumento de impuestos…. ¡Vaya pelÃcula!
Y cuando la clase polÃtica no encuentra soluciones, pese a su gran preparación, busca culpables, y los encuentra, como un niño pequeño, en otros ajenos a su responsabilidad. "No es culpa mÃa" esgrimen -por supuesto-, mientras ponen el foco en el promotor, el banco o la precariedad laboral del sector de la construcción. Por supuesto, los malos siempre son otros.
Buscar culpables y no soluciones nos lleva a poner encima de la mesa una y otra vez el mismo debate. La administración, que tiene que velar por el acceso a la vivienda de todos los españoles, como ya hemos explicado en otras ocasiones, es la mayor beneficiaria del proceso de materialización de vivienda de obra nueva, gravando la misma con hasta un 22% del coste final. No se olviden de este número, 22.000€ de cada 100.000€ son impuestos. El "agente inmobiliario" que más gana es la propia administración y la culpa es de lo demás. ¡Qué malos son! (los demás, no me malinterpreten)
Y enfrente, un sector que no sabe comunicar, que no sabe ser transparente y no sabe poner en valor su importante labor social, lastrado por oscuras épocas anteriores y por miedo a hacer más ruido del que toca, a ver si les van a echar algo (más) en cara. Y calladito, inmóvil, recibe castigo como culpable por ambas caras, porque el bueno, el que no pone soluciones porque es el que más gana, le culpa de todos los males. Y al rincón de pensar, mientras pensamos soluciones... Hasta el siguiente debate...
Lo que deberÃa saber el bueno es que, si la culpa siempre es del malo, el malo dejará de jugar y, si no hay malo, no hay pelÃcula y, por lo tanto, no hay vivienda. Si el banco es malo, dejará o endurecerá las condiciones del préstamo promotor o de las hipotecas hasta hacerlas inviables, y no hay pelÃcula. Si el promotor es malo desde su vehÃculo de alta gama y se enriquece a nuestra costa, dejará de asumir el riesgo promotor (enorme) y no habrá pelÃcula, y si no generamos un mercado estable, la mano de obra desaparecerá, y no habrá actores, y no habrá pelÃcula y, en definitiva, no habrá vivienda.
Y la pelÃcula es necesaria. Eso sÃ, debemos cambiar el guión, pero es necesaria. El nuevo guión debe aportar valor, generar empatÃa y transparencia y estar enfocado en el cliente y en el servicio. DifÃcil pero posible. Algunos ya lo estamos haciendo, y con éxito.
A ver si cambiando el guión, cambiamos la pelÃcula y…. ¿cambiamos de malo?
Ese sà que es un gran debate.