Hoy he tenido un sueño, no quería despertar, tampoco pasar frío, pero el despertador inmisericorde me ha obligado a salir de la cama para retrasarlo 15 minutos. Trato de recordar lo soñado, trato de no olvidar lo vivido en él, lo repaso mentalmente y por partes:
Ya no había más inflación, ni tampoco más incertidumbre ante lo que pueda venir este 2023. No había guerras de ningún tipo, ni geopolíticas, ni por aguas, ni por imposiciones de ideas, ni por querer imperialismos culturales.. en el sueño.
Los jardines estaban arreglados y podados los árboles en su tiempo adecuado. Las plagas controladas, los campos cuidados, respetadas las cosechas y la labor de los agricultores…en el sueño.
Los polígonos industriales sin baches, bien asfaltados y limpios, el transporte público era rápido y eficiente, los empresarios y autónomos respetados y su trabajo reconocido. Ya no eran objetos a exprimir con impuestos y tasas…en el sueño.
La propiedad respetada, los precios justos, la Ley para todos igual…en el sueño.
Había la tranquilidad, en nuestras calles, de tiempos de nuestros abuelos con las puertas abiertas y los vecinos eran solidarios entre ellos…en el sueño.
La Administración Pública había dejado de ser el "Vuelva usted mañana" de Mariano José de Larra para ser un servicio sencillo para los ciudadanos y adaptado a los mayores. Por supuesto sin la Cita previa que se ha quedado con la pandemia y sin las largas listas de espera en la sanidad pública…en el sueño.
Ya no había inundaciones por una solución correcta de las aguas con colectores y desvíos adecuados. Por tanto las vías estaban soterradas y el lecho del Barranquet, ya antiguo, era un jardín que unía la parte norte y sur de Aldaya…en el sueño.
La Política cultural se realizaba sin la búsqueda del clientelismo político que busca comprar votos..en el sueño.
Los políticos profesionales eran fieles a sus palabras y compromisos adquiridos. Sinceramente no lo recuerdo…en el sueño.
El Patrimonio respetado y puesto en valor para la enseñanza de nuestra Historia. En concreto veía restaurado el edificio del siglo XV de la calle Pablo Iglesias y convertido en Parque Arqueológico la villa romana de Ereta del moro, lugar donde se encontró la estatua del "Baco de Aldaya" que además, era devuelta a Aldaya…en el sueño.
Sí, los sueños, sueños son como dijo Calderón de la Barca, pero hay que luchar por cumplirlos y cambiar el Mundo. Otra Aldaya, otra Valencia, otra Comunidad Valenciana y otra España son posibles. No te desanimes y desdeña la Utopía, hay todavía esperanza.