Hace  unos  días  asistí  a  una  conferencia  sobre  "El comunismo a lo largo de la historia,  claroscuros", me confieso una persona muy curiosa. Mis sensaciones las puedo resumir en tres  ideas.  La  primera,  gira  en  torno  al  comunismo  como  un  sistema  fallido.  Esto  es incontestable. La segunda, versa sobre los regímenes comunistas totalitarios (en mi opinión todos  los  regímenes  comunistas  son  totalitarios),  calificándolos  de  tan  genocidas  como cualquier otro estado totalitario encuadrado en el espectro ideológico de la derecha. Todos tenemos alguno de estos en la mente... 
Y  la  última,  y  no  por  ello  menos  importante:  el  comunismo  y  en  general  toda  la  ideología izquierdista (incluso, la más radical) no pierde esa simpatía o atracción rodeada de un  halo de  solidaridad,  libertad,  igualdad,  progresía...  que,  será  chula  y  molona  para  muchas personas en nada comparable a los fachas derechones que tan mala prensa tienen. 
En conclusión, su aparato propagandístico, y por ende el de toda la izquierda (por afinidad y similitud  en  el  método  y  también  en  los  resultados),  es  absolutamente  imbatible  y  se  ha asentado en la conciencia de nuestra sociedad hasta sus raíces más profundas. Con esto, me pregunto cómo se consigue vender un producto (ideológico), como solidario, progresista, igualitario, panacea y garante de las libertades y demás. 
Con esta premisa, hago una traslación a mi municipio, Xirivella. Durante  treinta y seis años ha  sido  gobernada  por  el  PSOE  y  hoy  sigue  siendo  administrada  por  el  alcalde,  Michel Montaner,  quien  lleva  en  el  ayuntamiento  con  distintas  responsabilidades  desde  el  siglo pasado. Todo esto, por supuesto, es voluntad popular y no voy a ser yo quien lo cuestione,  no va por ahí mi reflexión. 
Ahora bien, hace unos días, he podido acceder a un documento en el que se refleja el nivel de desigualdad de los municipios de la Comunidad Valenciana. Sobre este mapa, la mayor parte de las zonas de Xirivella está marcada como "polivulnerabilidad media" y a otras zonas más concretas se les ha catalogado como "vulnerabiliadad integral". Tras casi cuarenta  años  de  gobierno  del  PSOE,  digo  yo,  que  algo  habrán  tenido  que  ver  los socialistas en el poco desarrollo del municipio: en la reducción de empresas que ocupan nuestro polígono, en el aumento del índice de pobreza infantil, en la gran cantidad de pisos ocupados ilegalmente, en el expreso deseo de muchos de nuestros ciudadanos por cambiar  su lugar de residencia, en el mantra repetido hasta al saciedad por los emprendedores: "si quieres montar un negocio en Xirivella, lo terminas montando en otro sitio", en la pérdida de infraestructuras básicas (como la reciente desmantelación de la estación del tren de la línea C-4). En fin, no hay espacio aquí para todo. 
Es curioso que esto haya ocurrido con el partido solidario, defensor de los desfavorecidos, preocupado por hacer una sociedad más igualitaria. Quizá ha estado más  pendiente  de  la  ingeniería  social  que  del  bienestar  de  los  ciudadanos  o  de gestionar con eficacia el municipio, sin saber defender aquello por lo que abogan.