Desde hace unos dÃas
sabemos que hay un gran héroe mundial, que está acabando posiblemente sus dÃas
en su paÃs. Por eso hemos de ser capaces de recordar y de hacer recordar a
todas las generaciones más jóvenes la maravillosa figura que se está yendo.
Fue un hombre que vivió siempre luchando por conseguir realmente en su
Sudáfrica natal la realidad de la igualdad racial, que los hipócritas
colonizadores occidentales negaban continuamente. Y para eso luchó de verdad,
fue declarado terrorista, fue perseguido, luchó con armas y enrolló a muchÃsima
gente, acabó dieciocho años en la cárcel, pero consiguió que el "apartheid",
que la segregación y la desigualdad racial desaparecieran y fue Presidente
democráticamente elegido en su paÃs. Fue un terrorista Premio Nobel de la Paz.
Para mà siempre ha sido un
personaje fascinante y ejemplar. Ha sabido luchar y nos ha enseñado que sin
lucha no se puede abrir casi ningún camino. Desgraciadamente la realidad
social de ahora en muchos paÃses de Europa está volviendo a sacar a la luz la
enfermedad profunda de las sociedades europeas, que en el fondo han vivido
muchas experiencias de racismo, de desigualdades, de xenofobia. Por eso hay
que informar a la gente sobre la lucha de ese hombre, sus logros, su
coherencia con los grandes textos de Derechos Humanos, su lucha democrática y
su capacidad de diálogo, cuando ese diálogo era posible, o su capacidad de
defender sus derechos y los derechos de su gente con armas de fuego. Es muy
fácil pensar que la causa de nuestras dificultades viene de gente de fuera.
Eso es una gran trampa del populismo de la derecha europea y sirve para
ensalzar absurdos nacionalismos neoliberales. Pero nosotros queremos igualdad,
solidaridad, acogida, el placer de la pluralidad cultural y lingüÃstica. Todo
eso.
En España hemos de aprender
muchÃsimo de eso. La derecha ha montado toda una inmensa pelÃcula con las
vÃctimas del terrorismo con el intento de bloquear todas las posibles salidas
a la barbarie de la lucha armada de ETA. Lo que ha sido posible en muchos
paÃses y lo que se quiere que sea posible en todas partes, la derecha española
no quiere que se realice aquÃ: ni hablar con nadie, ni sentarse a buscar
salidas sociales y polÃticas.
Pero la hipocresÃa es
absoluta, porque no se quiere saber nada de las vÃctimas del franquismo. No se
ha abierto un solo análisis judicial, no se ha dado un paso para reconocer a
los asesinados gratuitamente por el franquismo ni se trabaja para encontrar
sus cuerpos, Los delincuentes franquistas han gobernado incluso en democracia
y sus hijos también. La Ley de Memoria Histórica de 2007 se la pasan por el
forro
Y es absolutamente
incomprensible que nadie haya derruido o clausurado el siniestro homenaje del
Valle de los CaÃdos. en el que el gran dictador fascista español sigue
adorado, con una falta de respeto brutal a las vÃctimas del terrorismo que
estuvieron condenados durante muchos años a edificar ese patético espacio, lo
que no podrÃa suceder en Alemania o en Francia o en Italia. Y la postura de la
Iglesia Católica es de absoluta vergüenza, porque encima acepta recibir
dinero del Estado para hacer reformas. Y habrÃa que ver aun en toda España la
de calles y monumentos que aún existen a nivel estatal, autonómico o local recordando
y homenajeando a esos delincuentes franquistas. Hasta se siguen proponiendo
nombres de calles a esos cerebros.
Todo esto se añade a toda
la serie de barbaridades que esta derecha española sigue realizando dÃa tras
dÃa. Recortes, privatizaciones, corrupción.
En cualquier caso no deja
de ser positivo que el Ayuntamiento de Sagunt, en el Camp de Morvedre, vaya a
poner en marcha un Plan de Empleo con la colaboración de todos los grupos
municipales y sólo podemos pedir que se realice de manera transparente y con
gran eficacia, para que muchas personas de nuestra comunidad pueden tener una
pequeña ayuda en tiempos tan difÃciles y que sea lo más larga posible. Pero en
cualquier caso vuelvo al inicio. Ojalá todos aprendamos del gran Mandela para
ser capaces de luchar hasta el fondo y en todo y contra todos los dirigentes
corruptos.
¡Y que viva Mandela!