Eva Palomares, portavoz del Grupo Popular de Tavernes de la Valldigna. /EPDA La amnistía y su encaje constitucional centra el forzado debate nacional de los ciudadanos españoles. Se trata de una circunstancia totalmente excepcional que ha pasado a ocupar las portadas de los periódicos de toda España y la apertura de los informativos. Mientras los españoles se preocupan por cómo superar cada mes, cómo afrontar las facturas, la agenda de los independentistas y su plan para separarse de España y exculpar centenares de delitos se cuela en la agenda de los españoles de manera grotesca e innecesaria.
Este foco de interés generado de manera artificial por un gobierno no nacido no se ha generado por vivir una situación excepcional como fue en el pasado. Conviene recordar que el 15 de octubre de 1977 el Congreso de los Diputados aprobó la Ley de Amnistía que siguió el principio de reconciliación nacional que guió nuestra Transición a la democracia.
En aquella época, la amnistía fue necesaria e imprescindible por la impugnación del ordenamiento jurídico de la dictadura. De hecho, fue uno de los instrumentos con los que se puso punto final a la represión que sufrió una parte de la sociedad española y uno de los grandes acuerdos que consolidaron nuestro camino a la democracia. Hoy, afortunadamente, no se da esta situación de excepcionalidad.
Pero ¿Cómo afecta esto a los ciudadanos que viven en democracia? ¿Cómo afecta aplicar una amnistía en la democracia española? Principalmente afecta en el principio de igualdad de todos los españoles. Rompe la igualdad para forzar la desigualdad interesada de unos pocos.
La amnistía, además, atenta contra algunos de los principios básicos del Estado de Derecho como son la exclusividad del poder judicial para juzgar y hacer ejecutar lo juzgado, la igualdad en la aplicación de la ley y la seguridad jurídica. De este modo, unos españoles quedan por encima de otros por motivos caprichosos que nada tienen que ver con la igualdad.
La amnistía que se está cociendo a fuego lento por parte de los independentistas permitirá arrogarse la facultad de declarar inmune a un grupo de personas, olvidar y borrar sus delitos e incluso evitar que sean juzgados como cualquier otro ciudadano. ¿A qué ciudadano se le permite este tratamiento tan exclusivo? A ninguno.
Algunos vecinos de Tavernes me preguntan que cómo nos afecta esta amnistía. Y yo les respondo que mucho, porque con esta amnistía lo que están generando es un agravio comparativo entre los valleros que cumplen con las leyes que nos hemos dado entre todos respecto a unos pocos esnobs catalanes, a los que les otorgan un trato de ciudadanos de primera. Mientras nuestro gobierno se centra en estos problemas, no se centra en lo que realmente necesitan los vecinos de Tavernes de la Valldigna.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia