Pedro Adalid. EPDA
Actualmente
el sistema educativo debe dar respuesta a la diversidad a través de
la inclusión, reconociendo que cada alumno/a posee una manera de
alcanzar los aprendizajes, diversos caminos para lograrlo y unas
destrezas propias inherentes a su ser. Para que esta respuesta sea
efectiva se requiere de un cambio metodológico profundo. Esto ha
conducido a diversas propuestas y metodologías educativas, que
buscan romper las barreras de las diferencias. El diseño universal
de aprendizaje (DUA) representa uno de éstos modelos pedagógicos, y
está centrado en la educación inclusiva y la atención a la
diversidad.
El
DUA ejecuta técnicas innovadoras aplicadas al proceso formativo con
el fin de que todos puedan aprender, mediante un modelo flexible,
modificable y adaptable, que incluye a todos los alumnos sin
discriminarlos por sus diferencias.
Este
diseño de aprendizaje, nace como modelo educativo en la década de
los 90, inspirado en el área de la arquitectura, cuando se intentaba
diseñar arquitectónicamente accesos para personas con discapacidad,
y se dieron cuenta que generar estas rutas de forma homogénea era
algo inverosímil, porque las diferencias son muchas, por lo que se
tuvo que establecer múltiples vías de acceso. Así fue como se
originó este modelo de DUA, que engloba una serie de principios
fundamentales para crear un currículum que otorgue iguales
oportunidades a todo el alumnado, permitiéndoles que todos logren
cumplir la meta: aprender.
Para
lograr aplicar este diseño de aprendizaje se debe evitar categorizar
a los alumnos en “con” y “sin” necesidades educativas
especiales, porque todas y todos tienen la misma necesidad de
aprender y de educarse, a sabiendas que somos distintos unos de
otros. En este orden de ideas, es fundamental sensibilizar y
capacitar a todos los actores que forman parte de la comunidad
educativa en general, teniendo presente que hay obstáculos que no se
perciben por desconocimiento y/o prejuicios de cada uno de los
miembros del entorno educativo, y de la sociedad en general.
Para
hacer viable y efectivo el DUA se debe trabajar en el aumento de las
horas no lectivas, aminorar las evaluaciones basadas en medición, y
darle al proceso de enseñanza aprendizaje un enfoque formativo,
donde se generen espacios de reflexión, discusión, y construcción
de conocimientos en las comunidades educativas, e incluyendo a las
familias, para alcanzar un proceso formativo totalmente inclusivo que
rompa las barreras causadas por la diversidad.
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