En los últimos tiempos es habitual oír en los
medios de comunicación el concepto “Estado Fallido”, sobre todo cuando se dan
informaciones relacionadas con países del cuerno de África, Somalia, Mali etc…
Al parecer un Estado Fallido se caracteriza por un fracaso social, político y
económico. Dentro de un Estado con un gobierno tan débil o ineficaz, que tiene
poco control sobre su territorio, y que es incapaz de proveer a sus ciudadanos
de servicios básicos, con altos niveles de corrupción, una marcada
degradación económica, una burocracia impenetrable y una justicia ineficaz. Si
esto lo aplicamos a la Comunidad Valenciana creo sincera y tristemente que
estamos ante una autonomía fallida.
Quizás la principal diferencia entre el País
Valencià y Yemen sea que en nuestras costas solo hay medusas y no piratas.
Nosotros, a los segundos, hace tiempo que los elegimos para dirigir nuestras
instituciones de autogobierno, además de manera consciente. En caso contrario
no se entendería que a unos tipos que desde 1995 han dilapidado todo el crédito
de una administración, renueven la confianza de una ciudadanía cada vez más
apática y desencantada.
El PP no se ha conformado con basar el
desarrollo económico del País Valencià en un modelo basado casi únicamente en
la construcción y el ladrillo; sino que ha derrochado a espuertas el dinero
público, el mío y el suyo, en fastos innecesarios más propios del Egipto de los
faraones que del gobierno de un país moderno y democrático. Solo hay que
recordar algunas cifras: Aeropuerto de Castellón, el del “abuelito” Fabra: 150
millones de euros; el Ágora de la Ciudad de la Ciencias, sí, esa que una vez
construida no sabían para qué utilizarla: 90 millones de euros; La maqueta de
las Torres de Calatrava: 12´2 millones de euros (sí, ha leído bien, más de dos
mil quinientos millones de pesetas por una maqueta); Centro de Convenciones de
Castellón: 2´7 millones la maqueta; Fórmula 1 en 2012: 40 millones; La Universidad
Internacional de Valencia: 34 millones (la han vendido al grupo Planeta por 4
millones). Para que se hagan una idea construir un Hospital cuesta 27 millones.
Está claro que somos un “Estado
Fallido” al más puro estilo africano, en Yemen están luchando contra los
piratas, aquí seguimos cantando “Ron, ron la botella de ron…” y el Molt
Honorable John Silver el Largo hace “fracking” por el foro. Y mientras, la
justicia valenciana archiva denuncias argumentando que no existe la figura
delictiva de derroche de dinero público. “La vida pirata es la vida mejor…”