La conducta provoca un elevado índice de accidentesOperación
salida, vacaciones, horarios intensivos en muchas empresas, madrugones para
poder llegar a tiempo al trabajo y una fila interminable de vehículos que
seguramente terminará en atasco. En estas fechas hay que armarse de paciencia ya
que es en estas situaciones de mucho tráfico cuando se produce un incremento de
conductas agresivas al volante: adelantamientos bruscos, acoso al conductor de
delante, ráfagas con las luces, toques de claxon, insultos, gestos con las
manos o incitación a la pelea al grito de “sal del coche si te atreves”. Un
escenario de agresividad muy común en las carreteras españolas, en las que, a
día de hoy, cerca de 3 millones de
conductores, más de 318.000 de ellos valencianos, circulan con un
alto nivel de agresividad y más de 100.000 son auténticos “violentos viales”
que, además de conducir sumamente alterados, reconocen haber causado
directamente un accidente por sus conductas irresponsables. Estas cifras de
agresividad al volante en España son sorprendentes, ya que hay 2,6 millones de automovilistas, 266.000 valencianos (9%), que admiten que se han peleado con otro conductor o que podrían llegar a hacerlo por una
disputa de tráfico, y alrededor de 3,2
millones, casi 514.000 en la Comunidad Valenciana, reconocen
haber retado a otro conductor a salir del coche
para solventar sus diferencias.
Éstas
son algunas de las principales conclusiones del estudio ‘Influencia de la agresividad en los accidentes de tráfico’,
presentado hoy por la Fundación Línea
Directa y realizado en colaboración con el Instituto Universitario de
Investigación de Tránsito y Seguridad Vial de la Universidad de
Valencia (INTRAS). El informe analiza la percepción sobre las tipologías de la
agresividad al volante a partir de una encuesta realizada a 1.700
conductores españoles sobre sus hábitos en la conducción y se
completa con su inferencia en más de 464.000 accidentes con víctimas y
el comportamiento de casi 789.000 conductores implicados en estos
siniestros de tráfico registrados por la DGT en los últimos cinco años
disponibles (2012-2016).
En todo caso, la
agresividad al volante no es solo una falta de civismo, sino que tiene unas
consecuencias negativas y peligrosas para el resto de conductores, ya que no
suele provocar solo simples “golpes de chapa”. En este sentido, mantener
actitudes provocadoras al conducir multiplica
por 10 el riesgo de sufrir un accidente con víctimas y por 30 el riesgo de sufrir un siniestro
con heridos graves. De hecho, casi
300.000 conductores muy agresivos reconocen que se vieron implicados en
accidentes con víctimas en los últimos 5 años.
En el último año
analizado (2016), y aplicando un “factor agresividad” elaborado por Fundación
Línea Directa e INTRAS en base a los criterios establecidos por la Organización
Mundial de la Salud que afectan a la agresividad en la conducción
(infracciones, exceso de velocidad, alcohol, no uso de cinturón o casco y
distracción), ha habido 31.000
conductores con alta agresividad implicados en 28.600 accidentes con víctimas.
El
perfil del conductor agresivo: ¿hay “machismo vial” en España?
A
nivel general, el perfil de conductor
agresivo que por sus conductas termina sufriendo un accidente, corresponde a un hombre joven, de unos
32 años, con pareja, estudios medios, con menos puntos en su carné y que
circula principalmente por vías urbanas. Estos conductores reaccionan con mucha
más agresividad contra las mujeres y los
conductores noveles, con los que suele tener menos paciencia y a los que
termina insultando y gritando de forma más frecuente, generalmente recurriendo
a tópicos machistas.
Además, preguntados si se
consideran agresivos cuando conducen, un 35% de los españoles reconocen no
ser precisamente un ejemplo de paciencia. Por Comunidades Autónomas, los murcianos y los riojanos son los que admiten ser más irascibles al volante, mientras que los gallegos y los extremeños se ven a sí
mismos como los más tolerantes al conducir. En la Comunidad Valenciana, el 35% de sus conductores se reconocen como
agresivos al volante.
Eso sí, la perspectiva cambia notablemente cuando
se pregunta al conjunto del país qué comunidades son las menos pacientes en la
carretera. En este caso los madrileños
(51%) y los catalanes (12%) son vistos
por los demás como los más agresivos cuando se ponen al volante. En cuanto a los valencianos, el 8% de los
españoles los consideran los más agresivos al volante.
Motivos
de la agresividad durante la conducción
Pero, ¿por qué
somos agresivos los valencianos al
volante? Las causas son, en opinión
de los conductores, de lo más variadas. El 18% de los conductores en la Comunidad Valenciana atribuye la
agresividad en el coche al estrés del
día a día, principalmente el trabajo y la familia, mientras que el 15% de
los automovilistas culpan a las
conductas y maniobras que hacen los demás automovilistas, y un 12% lo
atribuye a los atascos.
Además, cuando
se da esta situación de atascos o estrés, los conductores españoles también
reconocen actuar agresivamente porque se sienten amparados por el anonimato que da la
conducción (41%) ya que no se volverá a ver al otro conductor, la sensación
de velocidad (27%) o poder tener conductas egoístas, como no dejar pasar a
otros coches (8%) en una incorporación.
En España, hay 6,9 millones de conductores (26%), casi 850.000 de
ellos en la Comunidad Valenciana (30%)), que reconocen que han adelantado bruscamente
a otro vehículo para intimidarle, por motivo de algún pique o rivalidad en
la carretera.
La
influencia de los acompañantes
Otro aspecto
interesante es cómo creen los españoles que influyen los acompañantes en la
agresividad. Según su punto de vista, ir
con amigos (57%) o solo (42%)
puede aumentar considerablemente la
agresividad en la conducción, mientras que ir con los hijos (62%), con el cónyuge
o pareja (37%) o con compañeros de trabajo (34%), puede reducirla.
En cuanto a las posibles medidas que adoptarían los valencianos
para reducir la irascibilidad en la carretera, un 57% propone quitar puntos
del carné, aunque no haya existido una infracción concreta y un 49% ir a terapia.
Otras propuestas serían inmovilizar un tiempo el vehículo (45%), más
formación en las autoescuelas (43%) o asistir a terapias con víctimas de
accidentes de tráfico (43%).
Según
Francisco Valencia, Director General de la Fundación Línea
Directa, “debemos acabar con la agresividad al volante no solo por una obvia
cuestión de civismo, sino, sobre todo, porque la irascibilidad es una mala
compañera de viaje que, cada año, está presente en miles de accidentes en
España. Por eso, en una época del año especialmente sensible, en la que la DGT
prevé más de 90 millones de desplazamientos, debemos de ser conscientes de que ninguna
maniobra y ningún atasco debe comprometer nuestra seguridad y la de los que nos
rodean.”
Algunas
recomendaciones
Antes de la conducción:
Ø
Prepare el
viaje, previendo posibles atascos e
incidencias.
Ø Si no puede llegar a tiempo a una cita, llame y avise.
Ø Si acaba de tener una discusión
fuerte, evite coger el vehículo.
Durante
la conducción:
Ø La respiración es fundamental: si ve que se está irritando, respire profundamente varias
veces.
Ø Si la agresividad se debe a una discusión en el interior del vehículo, frene la disputa y
aplácela. Si se debe a los niños, deténgase en un lugar seguro y trate de
calmarlos.
Ø Si se debe a un tercer conductor, ignórelo; piense que no hay mejor forma de hacer sentir
“fuera de juego” a un agresivo que no hacerle caso.
Tras la conducción:
Ø Evite la rumiación; no se refugie en un pensamiento negativo cuando conduzca.
Distrae y aumenta la frustración.
Ø Evite la agresión “en diferido”, no pague con otros una frustración anterior. Cuando vea
que comienza a hacerlo, trate de reconducir su conducta.
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