Cuatro de cada diez adolescentes de los municipios de la zona cero de la dana han notado "bastante o muy afectada" su salud mental tras la riada y el 37 % tiene dificultades para concentrarse en los estudios, según un informe que destaca que casi la mitad de los jóvenes dice haber necesitado apoyo psicológico en algún momento desde octubre para gestionar sus emociones.
El informe 'Adolescentes en crisis: Impactos de la DANA', presentado este martes en Valencia, analiza cómo esta catástrofe ha impactado a los y las adolescentes, visibiliza su doble papel como población especialmente vulnerable ante la emergencia y como actor clave en la recuperación y reconstrucción, y revela que en muchos casos las chicas adolescentes sufren un impacto diferenciado y "suelen ser las más invisibilizadas".
Elaborado por la ONG Plan International con encuestas, entrevistas y grupos focales a más de 270 jóvenes de entre 12 y 21 años de Albal, Alfafar, Benetússer, Catarroja, Massanassa, Paiporta y Picanya y la pedanía valenciana de La Torre, el informe ha sido presentado junto a jóvenes, profesorado, asociaciones de padres y madres y representantes municipales.
Revela que más de la mitad (58 %) ha visto sus rutinas diarias bastante o completamente afectadas, especialmente jóvenes de mayor de edad y mujeres jóvenes, y aunque indica que la juventud juega un papel clave en el voluntariado y respuesta a la emergencia, ya que el 68 % ha participado y sigue haciéndolo, la mayoría (58 %) "desconoce" las decisiones políticas y municipales que se están tomando en torno a la dana y la reconstrucción.
Asimismo, este informe pionero señala que más del 70 % de los encuestados asegura desconocer las actividades y recursos municipales existentes para ellos y casi la mitad (47 %) considera que no se está teniendo en cuenta a la juventud en las decisiones de su municipio.
Casi todos los jóvenes vieron su centro educativo afectado
Casi la totalidad de los jóvenes de la comarca de l'Horta Sud encuestados (97 %) asegura que vio su centro educativo afectado de alguna manera, y un 38 % ha tenido clases telemáticas varios meses, más de la mitad (57 %) con alguna dificultada para seguirlas.
Además, el 37 % afirma que tiene más dificultades para concentrarse en los estudios, especialmente jóvenes de entre 17 y 21 años y mujeres jóvenes, que han visto afectadas sus rutinas en mayor medida, y cuya vida social se está viendo más reducida (un 33 % queda menos con sus amistades, frente a un 27 % de los chicos).
Según el informe, que será remitido a las distintas administraciones, tanto estatales como autonómicas y locales, un 42 % ha visto su hogar afectado de una manera u otra y un 48 % indica que los empleos de sus familias se han visto afectados por la riada; el 11 % ha tenido que trasladarse temporalmente.
Asimismo, un 37 % ha notado "bastante o muy afectada" su salud mental debido a la dana; un 20 % se siente "muy vulnerable" y preocupado por que el episodio se repita (un 30 % en el caso de mujeres jóvenes), y el 48 % afirma haber necesitado apoyo psicológico en algún momento de la crisis.
Otros datos destacados del informe señalan que el 68 % de los jóvenes ha participado en tareas voluntarias de limpieza y reconstrucción, y un 22 % no lo hizo porque no pudo o no le dejaron. Además, el 78 % señala haber recibido la información a través de su familia y un 51 %, de redes sociales.
La continuidad y calidad educativa para los y las adolescentes de los municipios afectados por la dana se han visto "enormemente perjudicadas", afirman desde la ONG Plan International, que ha puesto en marcha el programa #PlanPorValencia para apoyar a la infancia y la juventud en el proceso de recuperación y reconstrucción tras las peores inundaciones en décadas.
Imprescindible escuchar a los jóvenes
“La dana no solo destruyó hogares, negocios y calles. También detuvo los proyectos de vida, el acceso a derechos y la estabilidad de una generación entera, que ya se había enfrentado a otras crisis como la pandemia del COVID-19 que han suspendido sus vidas y su desarrollo", afirma desde la ONG autora del informe.
A su juicio, es "imprescindible tenerles en cuenta, escucharlos para que las acciones clave para la reconstrucción vayan en línea con lo que necesitan, pero también formarles y que sean más resilientes de cara a un futuro en el que la crisis climática se asienta como una realidad cada vez más tangible".
Por su parte, la directora en funciones de Programas Nacionales de Plan International, Nuria González, asegura que este informe "pone sobre la mesa una realidad que no siempre se ve: las emergencias climáticas también generan emergencias sociales, educativas y emocionales" y las chicas adolescentes "suelen ser las más invisibilizadas".
Ante esto, la ONG pide garantizar el acceso a apoyo emocional y psicosocial para los adolescentes, incluirlos en la toma de decisiones sobre la recuperación y reconstrucción, formar a personal técnico, educativo y sanitario en atención con enfoque de género y adolescencia y diseñar políticas de emergencia y reconstrucción que incorporen criterios de equidad.
Por su parte, Julia López, responsable de incidencia política de Plan International, ha destacado que en un contexto de emergencia, las redes sociales fueron una "fuente de información muy importante para las personas jóvenes y en general para la población" y considera fundamental que cuenten con "competencias para detectar la desinformación y los bulos.
"Es fundamental que en situaciones como estas tengan las herramientas adecuadas parar informarse con fuentes fiables, oficiales, y que sepan distinguir una información veraz de un bulo", ha subrayado.