Imagen facilitada por la Universitat de València del proyecto mediante el uso de la acuicultura.
Cuatro proyectos de la Universitat de València (UV) y otro en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han sido seleccionados para contribuir a paliar los efectos del cambio climático sobre la producción acuícola y el sistema marino y litoral.
Los proyectos forman parte del ThinkinAzul, el programa complementario de Ciencias Marinas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Ministerio de Ciencias e Innovación.
Algunos aspectos con los que la UV tratará de paliar el cambio climático en el medio marino son: control de las patologías parasitarias y bacterianas en la acuicultura mediterránea, herramientas para la detección de contaminantes en la fauna acuática, sistemas de inteligencia artificial (IA) para la mejora de la observación eólica del litoral, o electrolización del agua como alternativa al uso de pesticidas, entre otros.
'REMEDISA-Ichthyoparasites' es la propuesta de la Unidad de Zoología Marina de la Universitat de València. La iniciativa pretende mejorar de la gestión de las patologías parasitarias que afectan a los cultivos marinos en la Comunidad Valenciana, y lo hace desde su experiencia en la Red Mediterránea de Investigación sobre Sanidad en Acuicultura: diagnóstico, ciclos vitales y control de parásitos (REMEDISA).
En la actualidad, este equipo del Instituto Cavanilles de la Universitat trabaja en la mejora de las técnicas de diagnóstico y control de los patógenos parasitarios de las especies de cultivo ya establecidas –dorada y lubina– y de los nuevos cultivos –corvina, seriola o atún rojo–. El desarrollo de protocolos de gestión de las parasitosis y la formación de nuevos profesionales de la acuicultura completan las líneas generales de este proyecto subvencionado con 264.000 euros.
Carmen Amaro, catedrática de Microbiología y Ecología, es la investigadora responsable del proyecto IMPACUMED (Impacto de las patologías bacterianas en la acuicultura mediterránea), centrado en el diseño de nuevas estrategias de control de enfermedades en los peces cultivados en el Mediterráneo. El proyecto ha obtenido una ayuda de más de 234.000 euros.
Las sustancias químicas presentes en el planeta a causa de la acción humana pueden alterar la biota acuática, en general, y los productos de la pesca y la acuicultura, en particular, con lo cual el ser humano queda expuesto a ellas. La presencia, el metabolismo y los efectos de estos contaminantes son en gran parte todavía desconocidos. BIOAQUOMA aborda esta laguna del conocimiento de forma innovadora mediante el perfil de la huella química y del metaboloma. El proyecto cuenta con una subvención de 205.000 euros.
WIND-COAST es un proyecto mixto de la Universitat de València y el CSIC orientado al desarrollo de un nuevo servicio de monitorización y estimación del viento en el litoral valenciano, que implementará una innovadora tecnología basada en Inteligencia Artificial (IA) en combinación con datos masivos de viento.
Este enfoque integrador permitirá facilitar la predicción de episodios extremos de velocidad del viento en la zona costera, lo que supone un impacto significativo en los ecosistemas y la acuicultura. El proyecto ha conseguido una ayuda de 175.000 euros.
Por último, en el marco del proyecto E-ACUICULTURA encabezado por el grupo REDOLí (Departamento de Química Inorgánica) de la Universitat de València, se desarrollarán sistemas de monitorización de las explotaciones acuícolas y de la salud de peces basados en el uso de las llamadas narices y lenguas electrónicas, dispositivos ópticos y electrónicos que están despertando gran interés en investigación por su capacidad para reproducir los sentidos humanos mediante matrices de sensores y sistemas de reconocimiento de patrones. El proyecto ha sido subvencionado con 144.000 euros.
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