Guillermo Sampedro
Iba a titular este artículo por “González, con G de…”, haciendo el símil del artículo “Sampedro con S de sectario” y aunque podía utilizar varios adjetivos que empiezan por G, lo cierto es que no vienen al caso y no lo voy a hacer. Todo parte de una polémica alimentada por el PP al que se le ha sumado el portavoz de IP, Manuel González, sobre qué miembros forman parte del Consejo de la Infancia, y en la que se me acusa de sectario al excluir de su composición a los colegios concertados.
Pasó algo parecido con el Birragate con los populares criticando a la Generalitat por pagar cervezas siendo que el gasto se realizó cuando gobernaba Fabra, y el nuevo gobierno se limitaba a pagar facturas anteriores. Es decir, metedura de pata y ridículo por desconocimiento, por mala fe o porque no se trabajan los temas. En el caso del Consejo de la Infancia, ídem, con críticas por la composición de un órgano cuyo reglamento se aprobó estando, ¡oh sorpresa!, el PP y SP (ahora IP) en el gobierno, y a propuesta de Davinia Bono como concejala de Juventud.
Este reglamento que, insisto, se llevó a propuesta del PP (y con SP de socio) deja muy clara la composición del Consejo en su artículo 4.2g: “estará formado pordiecinueve representantes de los menores matriculados en Centro Escolares Públicos de Sagunto, 13 de Educación Primaria y seis de Educación Secundaria Obligatoria (ESO).
Al margen de que esté de acuerdo o no con la enseñanza concertada, ya en su día el PP (y SP) delimitó qué colegios podían participar y cuáles no. Los 13 colegios públicos estaban dentro, y los privados y concertados fuera. Por tanto, sorprende ahora la defensa a ultranza de la educación concertada y que se rasguen las vestiduras cuando fueron ellos, PP y SP, los que les dejaron fuera.
Si tan a favor estaban de que los concertados estuvieran en el consejo lo podían haber planteado cuando elaboraron su composición. Y si en su día no se dieron cuenta de que estaban marginando a los concertados, podían haber modificado este reglamento durante los ocho años que el Consejo ha estado durmiendo el sueño de los justos, con gobierno del PP. Es más, también podían haberlo planteado en los últimos meses, que es cuando este gobierno decidió sacar del cajón el proyecto.
Pura hipocresía y metida de pata criticando un tema que ellos mismos elaboraron y aprobaron. En lo que no he escuchado ninguna crítica es en el hecho de que el reglamento estuviera aprobado desde hace 8 años y sea ahora, en 2016, cuando se constituye el Consejo. Pura desidia. Y menos críticas aún cuando el PP suprimió el Forum Jove (el Consejo de la Juventud) en 2008 sin dar ningún tipo de explicación. Desidia y nulo interés en dar participación en las decisiones municipales.
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