Entrada principal de la Audiencia Provincial de Alicante. Archivo EFE/MorellLa Audiencia de Alicante ha condenado a 15 años de prisión al hombre juzgado por un jurado popular por matar a su inquilina y convivir con su cadáver en la vivienda que compartían en el centro de la capital alicantina durante cerca de un mes.
La sentencia considera como hechos probados, a partir del veredicto del jurado, que el acusado tomó un cuchillo de 15 centímetros de hoja y un martillo para atacar a la víctima, “siendo conocedor de que nadie la auxiliaría” y de que “estaban solos, existiendo una desproporción de fortaleza y tamaño”.
El procesado fue declarado culpable del delito de asesinato en una resolución alcanzada por unanimidad del jurado, que también creyó probada la circunstancia agravante de alevosía y concedió la atenuante de confesión, puesto que el encausado acabó confesando los hechos a través de una llamada al teléfono de emergencias de la Policía casi un mes después de cometer el crimen.
No obstante, el jurado descartó la concesión de la eximente completa e incompleta al entender que el acusado “tenía intactas sus facultades intelictivas y volitivas y era plenamente consciente de sus actos”, según reseña la sentencia, a pesar de que tuviese diagnosticado un trastorno de personalidad clúster B y esquizofrenia.
El jurado tampoco consideró que concurriese la agravante de ensañamiento, puesto que no había quedado acreditado que la reiteración de las puñaladas pretendiese causar un sufrimiento innecesario a la víctima, al no existir certeza sobre cuál de las puñaladas que le asestó le causó la muerte.
El crimen se produjo el 29 de agosto de 2023 en el domicilio propiedad de la familia del encausado, quien había alquilado una habitación a la víctima, una mujer de 66 años.
La sentencia relata que el acusado “se acercó a la víctima cuando estaba en el pasillo y la atacó por la espalda con el cuchillo y el martillo, de forma súbita e inesperada, sin que ella tuviera tiempo de reaccionar, ocasionándole repetidas e intensas puñaladas en el tórax y en la parte superior de la espalda”.
En total, según el fallo, le asestó 16 puñaladas. Después, ató el cuerpo de pies y manos y lo arrastró hasta una habitación donde lo ocultó envolviéndolo con bolsas de basura y un edredón, hasta que el 24 de septiembre, casi un mes después del crimen, llamó al 091 y reconoció haber matado a la víctima.
Al margen de la pena de 15 años de prisión por el delito de asesinato, la sentencia establece que el acusado deberá indemnizar al hijo de la fallecida en la cantidad de 30.000 euros en concepto de responsabilidad civil y le impone la medida de libertad vigilada por un tiempo de cinco años adicional al de la duración de su reclusión.
La sentencia es recurrible en apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) en el plazo de diez días desde su notificación.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia