Un bebé es atendido en el albergue de València. EPDAGran parte de las personas han pasado sus primeras noches en los diferentes recursos habilitados. Un grupo menos numeroso permanece recibiendo asistencia en centros hospitalarios. Actualmente hay instalado un albergue provisional en la provincia de Valencia con capacidad para acoger a cerca de quinientas personas (adultos y familias). Este recurso cuenta con el apoyo de más de setenta voluntarios y voluntarias que prestan estos días, junto al personal técnico labores de avituallamiento (alimentación y cobertura de necesidades básicas) y acompañamiento a las personas. A esta labor hay que destacar el imprescindible apoyo que continúan prestando traductores y traductoras y personal de la Generalitat Valenciana.
“Aquí empezaron a llegar el domingo las personas y encontraron una cama, cena, se pudieron duchar, descansar después del día tan duro que tuvieron. Hemos traído juguetes desde Cruz Roja para los más pequeños, para hacer su estancia estos días más llevadera, y esta mañana hasta algunas personas se han animado a jugar al basket” ha apuntado
Lorena Berzosa, portavoz de Cruz Roja presente ayer en el albergue de Valencia. Grupos especialistas en psicología, trabajo social, educación social, monitores y monitoras socio culturales, personal sanitario, entre otros perfiles, trabaja intensamente desde en proporcionar asistencia a través de los diferentes recursos habilitados en diferentes puntos de la Comunidad Valenciana para atender a las personas migrantes llegadas ayer a Valenciana a través de los buques Aquarius, Dattilo y Orione.
Los menores no acompañados se encuentran haciendo uso de los recursos dispuestos en las provincias de Castellón y Alicante. La mayoría de éstos, ciento trece, se halla en Alicante, donde más de sesenta voluntarios y voluntarias y especialistas de diferentes perfiles, atienden a estos jóvenes en su proceso de acogida. En la provincia de Castellón más de treinta profesionales y voluntarios apoyan a otros trece menores.
“En breve tendremos un grupo de apoyo psicosocial y ocio y tiempo libre en funcionamiento y podremos empezar a trabajar más con ellos la parte de integración”, ha relatado Pablo Valero, uno de los intervinientes con menores. “En estos momentos están un poco nerviosos y desubicados. Por un lado están felices y contentos porque ya ven luz a este viaje que llevan haciendo tanto tiempo, y por otro están cansados y ubicándose en un sitio totalmente nuevo y diferente”, ha concluido Valero.
Del total de personas llegada a Valencia destacar las más de treinta nacionalidades diferentes, siendo las de mayor prevalencia las personas procedentes de Nigeria, Sudán, Eritrea y Argelia.
Cruz Roja está incrementando su intervención con personas refugiadas, dentro y fuera de nuestro país. En España, el objetivo principal de la intervención es la acogida e integración de las personas solicitantes de asilo en nuestra sociedad. “Cruz Roja cuenta actualmente con 2.507 plazas de acogida en 46 provincias, siendo el porcentaje de ocupación de más de un 90%; se espera poder ampliar esta red hasta las 2.562 plazas”, según apunta Cristina Domínguez, del Programa de Refugiados de Cruz Roja Española.
Cruz Roja Española es una de las organizaciones que participan en la gestión del programa de acogida a personas solicitantes de protección internacional en España, financiado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. La intervención consta de varias fases que cubren desde la primera acogida hasta la integración y la autonomía de los participantes, con una duración de 18 a 24 meses.
Para ello, Cruz Roja diseña itinerarios personalizados de inserción socio laboral que cubren todas las necesidades básicas de los refugiados y solicitantes de Protección Internacional, ofreciéndoles, entre otros, servicios de apoyo jurídico, psicológico, traducción e interpretación, aprendizaje del idioma, ayudas económicas, formación, orientación e intermediación laboral.
El incremento del número de solicitantes de asilo es uno de los retos, pero no el único. Otra de las necesidades que tiene actualmente la Organización Humanitaria es el de poder disponer de voluntariado capacitado para enseñar el idioma a las personas refugiadas y, también, poder contar con pisos de alquiler para estas personas que huyen de la guerra o de la persecución.
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