Benjamín LafargaEste articulo debería ser continuación del anterior, referidos a los créditos al consumo, pero no queríamos hacerlo demasiado largo. Es por ello que este artículo lo tratamos aparte. Se trata de un documento muy básico sin querer entrar en el intrincado y complejo mundo financiero, pues en la actualidad existen muchas más clases de tarjetas. En este artículo hacemos una referencia más básica para en otros artículos posteriores ir tratando otros tipos de tarjetas.
Las tarjetas de crédito o débito, son unas tarjetas de plástico a las que se incorpora una banda magnética o un chip, en el que consta los datos de su titular y un número que lo identifica.
Diferencia entre crédito y débito:
Crédito: con esta se pueden realizar pagos aplazados
Débito: Las extracciones y compras se cargan directamente a la cuenta
En caso de problemas, le corresponderá al emisor de la tarjeta probar que las operaciones se efectuaron correctamente, salvo que en la firma del contrato el consumidor suscriba una cláusula en la que se obligue él a probar el uso fraudulento.
Las entidades emisoras están obligadas a disponer de un servicio 24 horas para que los clientes puedan avisar de la pérdida o sustracción.
No anote nunca el número que lo identifica, memorícelo y firme la tarjeta.
El mayor problema de las tarjetas es que no se controla por los comercios la identidad ni la firma del usuario.
Es conveniente, cuando no se usa muy a menudo, comprobar que se tiene la tarjeta.
No hay que dar nunca información sobre las claves de las tarjetas ni datos secretos por teléfono.
En todas las tarjetas consta el número de teléfono 24 horas, anótelo en su agenda.
En los cajeros automáticos también figura el número de teléfono de 24 horas.
Lea atentamente el contrato, junto a la letra pequeña, y pregunte todo lo que no sepa. Le evitará muchos problemas.
El que pregunta, sabe; el que no pregunta, no sabe; y el que no sabe...
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