Nit de coets. Foto: EPDA.
Han sido tres fines de
semana de actividades, desde que el 24 de agosto se inauguró el mercado
medieval hasta que Santa Cecilia cerró el telón el 9 de diciembre. Muchos actos
y, sobre todo, mucha participación en todos ellos: más vecinos en la calle, más
público en los espectáculos, muchas ganas de disfrutar de las fiestas… aunque
sólo sea en algunos casos para aparcar durante un tiempo esa crisis de la que
todo el mundo habla.
Gran parte de culpa de
ese trasiego de vecinos la tiene la Ruta de la Tapa, que ya ha quedado definida
como la gran revolución de estas fiestas… y esperamos que sea por muchos años.
Pero también la implicación de cada club, de cada asociación y, por supuesto,
de los festeros ha servido para que los vecinos no tuvieran más remedio que
acercarse a disfrutar, aunque fuera un rato de esta actuación, esa exhibición o
aquella procesión.
“Todo el trabajo del año
se ha visto recompensado al comprobar la gran participación de público en todos
los actos”, asegura Sergio Caballer. “La verdad es que todas nuestras apuestas
arriesgadas han tenido éxito, como el concierto de Lagarto Amarillo, que además
de convocar mucha gente lo pasamos muy bien con ellos, incluso nos hicimos una
sesión de fotos al final”.
Mucha gente en los
conciertos, tanto el del día 8 como en el de Santa Cecilia o la noche de
variedades. Muchos vecinos por las calles, tapeando. Y una gran afluencia de
público también en los actos religiosos (misas, procesiones, ofrenda, entrada
de la murta), un crecimiento sostenido que sólo se rompe en un acto: la romería
al Cabeçol, que sí, reúne a muchos creyentes en la montaña… pero la romería a
pie, desde los Santos Juanes hasta El Puig, cada vez cuenta con menos adeptos.
“Se está perdiendo el
sentido de romería. Lo bonito es que nos concentremos todos para ir juntos,
andando, como peregrinos, al origen de las fiestas, al encuentro con la patrona”,
reflexiona Juan José Llácer. “Estamos estudiando cómo potenciar este acto para
el próximo año, pero, por lo demás, sólo me queda felicitar al pueblo, al
ayuntamiento, a los festeros, a la cofradía y, en fin, a todo el mundo, porque
ha habido una gran participación en todos los actos y en especial en los
religiosos”.
Un éxito que no puede ser
empañado por pequeños lunares, como los incidentes durante las discomóviles o
la misteriosa desaparición de mesas y sillas durante la noche de las paellas,
sucesos de los que son responsables unos pocos aunque acabemos pagando las
consecuencias todos en un futuro: ya se estudia para el año próximo una
reducción de horarios para las primeras y el traslado de ubicación para la
segunda.
“Siempre hay cosas que
mejorar y ya estamos trabajando en ello para las próximas fiestas”, puntualiza Salvador
Ávila. “En cualquier caso no hay que dar importancia a una minoría sino al
comportamiento exquisito de esa gran mayoría de vecinos que han llenado los
actos como público y, por supuesto, a todos esos que han actuado en los
playbacks, en la cabalgata, en la ofrenda, en la multitud de torneos y
exhibiciones organizados por cada asociación y, cómo no, a la Agrupación de
Peñas, porque su Ruta de la Tapa es ese plus que hacía falta para dar
continuidad a la fiesta en cada calle, en cada barrio. Gracias a todos por
vuestra colaboración”.
Y como dicen que una
imagen vale más que mil palabras… dejemos las palabras y pasemos a las
imágenes: en la galería de fotos de la web municipal (www.puçol.es) tenéis más de mil fotografías
listas para descargar; ahora sólo falta que busques los actos en que estuviste
y descargues tus fotos.
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