El president de la Generalitat, la consellera de Turismo, el presidente de la Diputación de Alicante y alcalde de Benidorm y el presidente de HOSBEC. EFE/Biel AliñoEl pleno del Gobierno valenciano aprobará este viernes la derogación de la tasa turística de la Comunitat Valenciana, un impuesto que dejó aprobado el Consell del Botànic pero no se había aplicado todavía porque se estableció una moratoria para su entrada en vigor que se cumple en diciembre.
En concreto, el pleno del Consell aprobará un decreto ley para derogar la ley sobre medidas fiscales para impulsar el turismo sostenible, en la que se creó un impuesto valenciano sobre estancias turísticas, de carácter municipal y de aplicación voluntaria, tras lo que lo remitirá a Les Corts Valencianes para su convalidación.
La ley que se va a derogar, presentada por el Botànic y aprobada hace un año en Les Corts con los votos del PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem, y en contra del PP, Ciudadanos y Vox, se publicó en el Diari Oficial de la Generalitat el pasado 16 de diciembre y fijaba una moratoria de un año a partir de entonces para su entrada en vigor.
Esta tasa turística que finalmente no verá la luz oscilaba entre el medio euro al día -con un límite de siete días- para estancias en cámpines, hostales, pensiones, apartamentos turísticos estándar y casas rurales de hasta tres estrellas, y los dos euros para establecimientos hoteleros a partir de cuatro estrellas superior.
Los municipios que quisieran establecerla debían elaborar una ordenanza y los ingresos obtenidos por este tributo indirecto propio se destinarían íntegramente a inversiones y gastos vinculados tanto a la promoción, impulso, protección, fomento y desarrollo del turismo sostenible en la Comunitat, como a la mejora de servicios o políticas de acceso a la vivienda de afectados por la afluencia turística.
La ley cuya derogación se inicia ahora contemplaba exenciones para los menores de 16 años, las personas con una discapacidad del 66 % o más, los programas sociales como el Imserso, las estancias en albergues juveniles para menos de 30 años, los congresos científicos o las competiciones deportivas oficiales.
Con esta tasa, a la que los socialistas mostraron reticencias -especialmente el entonces secretario autonómico de Turisme, Francesc Colomer- pero finalmente la apoyaron junto a Compromís y Unides Podem, se pretendía equipararse a la mayoría de países europeos y que los municipios pudieran compensar los efectos más adversos del turismo.
El PP ya anunció cuando se aprobó esta ley que la derogaría en caso de llegar al Consell, al enmarcar esta medida en la "turistofobia", y el president de la Generalitat, el popular Carlos Mazón, aprovechó su visita esta semana a la feria del Turismo de Londres para anunciar el final de algo que "jamás debió nacer".
De hecho, Mazón firmó simbólicamente en esa feria londinense la propuesta para derogar la tasa, que mañana viernes el Consell aprobará en forma de decreto ley y que, según el president, era "una amenaza" para el futuro turístico de la Comunitat, al considerar que elevar el precio diario en 2 ó 3 euros empuja a muchos posibles clientes a buscar otros destinos.
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