Pedro Rodríguez /EPDATras el terremoto provocado en el PSOE, y con ello en la sociedad española que certifica el slogan electoral del “somos el partido que más se parece a España”, cabe hablar de las opciones que Sánchez tiene para seguir o no gobernando, aún a sabiendas de que se trata de un tema muy complejo y con multitud de aristas.
Ximo Puig hizo suyo el éxito de la paz social en nuestra amada Comunitat Valenciana como consecuencia del acuerdo que firmó con los agentes sociales. Particularmente con la CEV, entidad integrada en la CEOE, UGT y CCOO. En cada uno de sus discursos en campaña se refirió a este tema, señalando también que, gracias al mismo, se había alcanzado entre otros logros una cifra récord de empleos entre las tres provincias. Sánchez consiguió algo parecido en el ámbito nacional.
Con los cambios que aventuran los últimos resultados electorales, ¿qué cabe esperar en este tema de un gobierno del PP+VOX en el Palau de la Generalitat, y quién sabe si en Madrid?
Pues a tenor de lo que se ha visto ya en Castilla y León la paz social se ha acabado. VOX ha exigido, y conseguido, la expulsión de los sindicatos de la mesa social en tierras castellanas. Creemos que nos esperan tiempos de manifestaciones y huelgas a poco que los sindicatos cumplan con su obligación, mínima, de protestar con vehemencia por no ser llamados a una mesa de diálogo cuando se toman acuerdos que afectan a los trabajadores.
Tal vez Sánchez, Puig, y sus comités de campaña, se den cuenta de que tienen un caladero de votos importante entre los autónomos y los pequeños empresarios que no se sienten representados por nadie en el diálogo social. Para ello los socialdemócratas españoles, como han hecho en Europa, tendrán que aceptar que haya sistemas que faciliten la representación de estos en esas mesas de diálogo. No es razonable que, en España la CEOE y en Valencia la CEV, se atribuyan la representación de todas las empresas ya que por mucho que los supuestos representantes “oficiales” de las más pequeñas, ATA y CEPYME en España, CEPYMEV en Valencia, estén integrados en CEV-CEOE, el discurso de la gran patronal es el de las grandes empresas y, como ya he dicho en otros artículos en este mismo medio, no es de recibo que el IBEX35 hable en nombre de pequeñas empresas y autónomos, sencillamente porque no tiene ni idea de lo que estos anhelan. Entre otras cosas piénsese en el monopolio que supone el sistema bancario, energético o de las comunicaciones de este país, por no entrar en los plazos y formas de pago de las grandes corporaciones y la participación en licitaciones y concursos o en la elaboración de leyes, sistemas todos ellos que favorecen ampliamente a todas esas grandes empresas, que estas sí, son defendidas siempre con la boca grande por la CEV-CEOE.
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