Dentro de los
debates en drogodependencias promovidos por el Ayuntamiento de Valencia, la
Universidad de Valencia y el Instituto de Historia de la Medicina y de la
Ciencia López Piñero, se ha celebrado una conferencia sobre las ventajas y desventajas de la vacuna y del
cigarrillo electrónico, que ha impartido el Dr. José Ignacio de Granda Orive,
coordinador del Grupo de Tabaquismo de NeumoMadrid. La concejala de
Sanidad y Consumo del Ayuntamiento de Valencia, Lourdes Bernal, ha destacado
tras esta conferencia la necesidad de regular el uso del cigarrillo electrónico
y sus efectos sobre la salud.
Alrededor de 20% de los fumadores de
la Comunidad
Valenciana se han convertido en ex fumadores en parte por las
campañas en contra y por la nueva legislación. Muchos son los métodos a
disposición de los fumadores. Unos métodos que para que sean efectivos deben
disminuir el deseo de fumar y el síndrome de abstinencia, así como ser capaces
de impedir las recaídas. Un porcentaje elevado de los ex fumadores vuelven a
fumar tras un periodo corto de tiempo.
Encontramos tres líneas de trabajo relacionadas
con los métodos para dejar de fumar. Por un lado, el desarrollo de nuevos
fármacos. En este sentido, se estudia la neurobiología y dianas terapéuticas
que ayuden a ampliar las posibilidades de deshabituación. Por otro lado, se
encuentra la vacuna antinicotínica, que en la actualidad se encuentra en punto
muerto y de la que se ha demostrado que no evita las recaídas y no es coste
efectiva para prevenir el consumo. Por último, hay líneas de investigación que
buscan nuevos dispositivos sustitutivos de nicotina.
Dentro del último grupo se enmarca
el cigarrillo electrónico (E-cig). En un estudio reciente sobre el E-cig, con y
sin nicotina, ha concluido que los resultados obtenidos para dejar de fumar son
similares a los logros de abstinencia de los parches de nicotina, cuyos efectos
adversos son menores. Un estudio al que el Dr. De Granda, coordinador del Grupo
de Tabaquismo de NeumoMadrid y artífice de varios artículos al respecto, se ha
referido durante su exposición ante los más de los 50 profesionales en
conductas adictivas. De Granda ha analizado las consecuencias del uso de la
vacuna y el cigarrillo electrónico como métodos para dejar de fumar. Este
estudio, tal y como ha matizado el doctor, le falta potencia estadística y
además trata de métodos diferentes, ya que un producto libera nicotina y otro
la va liberando lentamente en 24hs. La realidad es que en el momento actual no
existe evidencia suficiente para asegurar que el E- Cig es efectivo.
Si bien la mayoría de los estudios
al respecto no son representativos, sobre todo a largo plazo, ni totalmente
independientes, el doctor De Granda ha destacado que “tras el uso del E-cig se
ha observado un efecto adverso fisiológico inmediato que es similar al
observado con el consumo de cigarrillos”. Asimismo, el neumólogo ha afirmado
que “aunque puede disminuir el deseo de fumar y el síndrome de abstinencia
todavía la evidencia es insuficiente para decir que logra mantener la
abstinencia eficazmente en el tiempo”. En este sentido, ha advertido que los
resultados muestran que el líquido contiene ingredientes que pueden irritar las
mucosas respiratorias, favorecer reacciones alérgicas y en el tiempo ser
perjudiciales par la salud.
El doctor De Granda ha señalado que
con la información que se tiene en la actualidad no se puede asegurar que el
uso de estos sea seguro. En parte un problema que los expertos coinciden en
señalar se debe a que algunas marcas aportan información insuficiente y parcial
sobre sus líquidos.
Durante su ponencia el doctor De
Granda ha informado de que algunos líquidos contienen formalaldehido,
acetaldehido, acroleínas, dietilenglicol, niquel, cromo y plomo, esto es,
sustancias nocivas para la salud. “El problema añadido con los ingredientes del
E-cig es que desconocemos los efectos de inhalar estos, así como los efectos
adversos en terceras personas”. Asimismo, el neumólogo ha afirmado que algunos
fumadores reducen el consumo o dejan de fumar al usar E-cig debido a su
contenido en nicotina que reducen el deseo de fumar y el síntomas de abstinencia.
La concejala de Sanidad y Consumo
del Ayuntamiento de Valencia, Lourdes Bernal, ha destacado que “este debate se enmarca dentro la política
informativa y preventiva que lleva a cabo el Ayuntamiento con los profesionales
del sector. Asimismo, la Concejala ha señalado “la necesidad de regular sobre la calidad, los ingredientes, los
efectos sobre la salud y su eficacia para ayudar a dejar de fumar”. Una
regulación que, de acuerdo al doctor De Granda, deberá incluirlos como
productos medicinales no pudiéndose de este modo dispensarse a niños ni a
jóvenes.
El cigarrillo electrónico parece
haber robado el protagonismo a la vacuna que tiene como objetivo principal
abolir funcionalmente el pico de nicotina cerebral, disminuyendo el placer que
produce. En este sentido destacar que la elaboración de una vacuna antinicotina
que tenía como finalidad la prevención de las recaídas, la cesación del consumo
y la prevención del uso, así como la protección del feto en embarazadas no ha
conseguido ninguno de ellos. Éstas no logran quitar los síntomas del síndrome
de abstinencia y no han probado su efectividad. En la actualidad no existe
ninguna vacuna con licencia para su uso.
Hoy por hoy, las vacunas
antinicotina no consiguen niveles suficientes de anticuerpos en sangre, bajando
la concentración de los anticuerpos en poco tiempo tras la administración de
una inyección, existiendo una variabilidad entre sujetos. De ahí que el doctor De
Granda haya señalado la necesidad de lograr niveles más elevados de anticuerpos,
ya que la lenta elevación de estos puede desanimar a los fumadores. Entre las
ventajas de la vacuna antinicotina encontramos que los efectos adversos son
poco frecuentes, que no induce al consumo de tabaco compensatorio, ni favorece
el síndrome de abstinencia, y evita adquirir la gestualidad del fumador.
El presidente del Instituto de
Historia de la Medicina y de la Ciencia López Piñero, Rafael Aleixandre, ha
puntualizado que “estamos ante un campo de trabajo que requiere una
investigación mayor al no existir evidencias clínicas que permitan no solamente
probar la efectividad sino también la seguridad”.
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