El exministro de Cultura y ex director del Reina Sofía (1994-2000) José Guirao, en una imagen de archivo. EFEEl exministro de Cultura y ex director del Reina Sofía (1994-2000) José Guirao ha asegurado en el juicio del conocido como caso IVAM, que “la clave del asunto es si (Gerardo) Rueda autorizó la reproducción de su obra”.
Guirao ha declarado en calidad de testigo en la sexta sesión del juicio que se sigue en Valencia contra la ex directora gerente del Instituto Valenciano de Arte Moderno Consuelo Císcar, el ex director financiero del museo Juan Carlos Lledó, y el hijo adoptivo del escultor Gerardo Rueda, José Luis Rueda, por la compraventa, por 2,5 millones de euros, de obra de artista madrileño que las acusaciones consideran falsa por haberse creado "post mortem" y haberse alterado sus dimensiones originales.
Preguntado por las defensas por si una maqueta que requiere una fundición posterior puede ser considerada una obra original, Guirao ha indicado que “las obras son únicas si hay un solo objeto. Pude haber obras seriadas, que son originales del artista, pero seriadas”.
“Hay criterios distintos, en España tradicionalmente se ha seguido el criterio francés, que contempla hasta siete reproducciones de un original, y en algunos casos con alguna prueba de artista (entre dos y cuatro piezas más)”.
“Normalmente se le da más valor a las reproducciones que hizo el artista en vida que a las de después. Eso no quiere decir que no sean originales, simplemente a efectos de valoración económica, pero no hay ningún texto legal que diga hasta siete, sino que es una costumbre que viene de Francia”, ha agregado.
Sobre la cantidad y forma de esas reproducciones, Guirao ha subrayado que “eso lo decide el artista, y si no está vivo entiendo que habrá dejado instrucciones para que se pueda hacer o no. La clave del asunto es si autorizó o no la reproducción”.
Por su parte, la doctora en Bellas Artes y conservadora del IVAM desde 1995 Marta Arroyo ha asegurado este miércoles que la pieza de Gerardo Rueda conocida como Gran Relieve que el museo compró en 2004 “no era el original” que el autor realizó para la exposición de 1996 en este mismo centro.
En el juicio se ha exhibido una carta remitida por el hijo adoptivo del escultor madrileño, José Luis Rueda, a Consuelo Císcar en octubre de 2004 en la que ofrecía, por 360.000 euros, “esta obra -el Gran Relieve, que ya había sido donado al Reina Sofía- realizado por su autor precisamente con destino al IVAM con ocasión de la exposición antológica de su obra que se llevo a cabo entre marzo y mayo de 1996”.
La defensa de Rueda ha insistido en la diferenciación entre el término “obra” y “pieza, o ejemplar”, puesto que sostiene que una misma obra puede ser reproducida por los herederos legales del legado del artista -hasta un máximo de 12 veces- sin que por ello dejen de ser consideradas piezas originales.
A juicio de esta conservadora, “una obra original es la que realiza el artista en vida”, y a pesar de que no se considera la “persona indicada” para pronunciarse al respecto, ha considerado “obvio” que las piezas compradas por el IVAM “no pasaron por la mano del artista”.
A preguntas de las defensas, Arroyo ha admitido que no observó “ninguna irregularidad aparente” en la tramitación del IVAM para la adquisición de las obras de Rueda.
Otra de las testigos, Cristina Mulinas, jefe del departamento de Registro del IVAM, ha afirmado que nunca vio documento alguno que autorizase al heredero de Rueda para reproducir la obra del escultor.
Al igual que su compañera, ha insistido en que no es una perito, “pero es evidente que las reproducciones de otros autores, como las de Julio González, están a escala, mientras que las de Rueda son de otras dimensiones”.
Además, ha afirmado que, en la exhibición pública de la obra de González “se diferencia entre hierros del autor y reproducciones posteriores”.
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