Juan Benito Rodr铆guez Manzanares / EPDAValencia tradicionalmente se ha caracterizado por derrumbar
construcciones hist贸ricas de todo tipo, de incalculable valor y que, a buen
seguro a d铆a de hoy ser铆an grandes y monumentales iconos de la ciudad del Turia,
contribuyendo a enriquecer su patrimonio art铆stico ya de por s铆 enorme.
Algunos de estos monumentos son el Convento de San Gregorio que
estaba situado en la actual calle de San Vicente donde hoy est谩 el teatro
Olympia o el Convento de San Francisco que estaba situado en la actual Plaza
del Ayuntamiento, por citar tan s贸lo un par de ejemplos, pues realmente se han
derrumbado much铆simos m谩s, de hecho, Valencia era conocida como 芦La ciudad de
las mil torres禄, pues lleg贸 a tener 23 monasterios, de los cuales tan s贸lo
quedan ocho en pie y algunos, como el de la Roqueta en un estado de
conservaci贸n que podr铆a ser mejorable.
Pero no s贸lo se han derrumbado monasterios, sino
construcciones de todo tipo que han ido mermando el patrimonio hist贸rico-art铆stico
y monumental de la ciudad de Valencia.
Uno de los derribos m谩s injustos que ha padecido Valencia,
seg煤n comentan algunos de los estudiosos del tema, fue el del Palacio de
Ripalda, el cual estaba situado entre los Jardines del Real, conocidos
popularmente como 芦Los Viveros禄 y la Avenida de la Alameda, hoy simplemente una
amplia v铆a que soporta gran cantidad de tr谩fico, a pesar de su jard铆n central,
pero que en el siglo XIX fue un emblem谩tico espacio de paseo donde se reun铆a la
burgues铆a.
El Palacio de Ripalda, construido en unos huertos que pose铆a
la familia que lo mand贸 construir, fue un capricho de Josefa In茅s Paul铆n de la
Pe帽a (18251895), la cual contrajo matrimonio en primeras nupcias con Antonio
Mar铆a Romr茅e Cebri谩n (1807-1855) conde de Romr茅e, t铆tulo nobiliario procedente
de B茅lgicala, y dos a帽os despu茅s de fallecer este, en 1857 contrajo matrimonio
en segundas nupcias con Jos茅 Joaqu铆n de Agull贸 y Ram贸n de Sentis S谩nchez
Bellmont y Ripalda (1810-1876) bar贸n de Tamarit, marqu茅s de Campo Salinas y VI
conde de Ripalda y, tras su fallecimiento, Josefa Paul铆n de la Pe帽a se
convirti贸 en la condesa viuda de Ripalda.
El encargo del palacio se lo encomend贸 al arquitecto
valenciano Joaqu铆n Mar铆a Arnau Miram贸n (1849-1906), el cual estaba
suficientemente acreditado como uno de los mejores arquitectos de la 茅poca,
pues ya hab铆a acometido y realizado diferentes obras como la reforma de la
fachada de la Iglesia del Convento del Pie de la Cruz, la reconstrucci贸n de la
iglesia y convento de Ntra. Sra. del Socorro, hoy de Jes煤s y Mar铆a o, la reforma
de la fachada de la Casa de Salvador Mont贸n en la calle Pintor Sorolla, n煤m. 6,
hoy tambi茅n desaparecida, entre otras obras.
Joaqu铆n Arnau, como se conoce habitualmente a este gran
arquitecto valenciano, para el encargo de la viuda de Ripalda proyect贸 un
palacio de aspecto rom谩ntico y se帽orial con aires de los 芦ch芒teau禄 franceses,
pues Josefa Paul铆n de la Pe帽a era de ascendencia francesa.
El palacio fue construido entre 1889 y 1991 en estilo
ecl茅ctico con algunos aspectos de pseudo-g贸tico y, con materiales que se
alejaban bastante de los que utilizaban los 芦ch芒teau禄 franceses, pues estuvo
construido con ladrillos, yeso y madera, materiales que, aunque le dieron al
conjunto esa apariencia buscada de construcci贸n rom谩ntica a la vez que
se帽orial, le restaba importancia a nivel arquitect贸nico.
La construcci贸n ten铆a un gran cuerpo central abuhardillado
con generosos tejados con gran pendiente. En una de sus esquinas se alzaba una
torre cuadrangular, y en la esquina opuesta diametralmente, una alta torre
circular con un capitel rematando la misma, la cual en aquel entonces debi贸
resaltar enormemente entre el paisaje de arboleda sin apenas construcciones a
su alrededor. Todo el conjunto estaba rodeado por una valla y entre esta y el
palacio hab铆a un generoso jard铆n privado.
El palacio estuvo en pie hasta 1966, a帽o en que decidieron
derrumbarlo, mas, no voy a entrar en el tema de por qu茅 se derrumb贸 o si
procedi贸 hacerlo, pues esa historia es un tanto turbia y repleta de
imprecisiones que, en el mejor de los casos, podr铆amos denominar simplemente
芦claroscuros禄, como lo hace en su tesis el profesor de Econom铆a Urbana de la
Universidad de Valencia Josep Sorribes (1951).
Lo cierto es que el palacio de Ripalda, cuya 煤ltima
propietaria fue Concha G贸mez Tr茅nor, baronesa viuda de Shor, fue derrumbado y
en el solar que ocupaba se construy贸 un edificio de cuestionable belleza
exterior llamado 芦Torre Ripalda禄, aunque es m谩s conocido como el edificio de
芦La pagoda禄 debido a su aspecto que recuerda a esas construcciones orientales, y
en el cual ha vivido el ex presidente de la Generalitat Valenciana Eduardo
Zaplana (1956), as铆 como buena parte de la familia de los Prat G贸mez Trenor,
煤ltimos propietarios del palacio.
Circula una leyenda urbana que cuenta que el palacio de
Ripalda fue vendido a un multimillonario americano y que este lo desmont贸
piedra a piedra y ahora est谩 instalado en alg煤n lugar de California, pero esto
no va m谩s all谩 de ser una bonita leyenda, pues como he citado anteriormente,
dados los materiales de construcci贸n del palacio es imposible que esta leyenda
tenga el m谩s m铆nimo viso de credibilidad. Simplemente el palacio fue
derrumbado.
Hay ocasiones que tras constatar que algo se ha hecho
posiblemente mal, se intenta cubrir el hecho con una capa de romanticismo
creando leyendas que se puedan transmitir de generaci贸n en generaci贸n.
Despierta Valencia, y trata de no destruir m谩s patrimonio
art铆stico-cultural.