Dos personas acceden al Palacio de Justicia de Catarroja donde la magistrada encargada investiga la dana. EFE/Manuel Bruque
El sargento coordinador del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia que ordenó la retirada de estos profesionales de la vigilancia de la rambla del Poyo ha asegurado en su declaración como testigo que lo hizo tras haber cumplido con lo encomendado, ya que, según sostiene, se comprobó que el caudal decrecía y no recibió instrucciones sobre la duración de la vigilancia.
Según han explicado a EFE fuentes judiciales conocedoras de su declaración, este mando de los bomberos ha asegurado que no recuerda haber dado la orden de retirada -alrededor de las 14 horas del 29-O, pero admite que "debió haber sido él".
Preguntado por esta decisión, se ha justificado afirmando que ya se había cumplido con lo que le pidieron desde el Centro de Coordinación de Emergencias, es decir, la comprobación del caudal del barranco del Poyo.
Ha explicado que una unidad se desplazó al cauce en dos puntos, en Ribarroja y en Cheste, para realizar mediciones, y que posteriormente regresó a Ribarroja, donde se comprobó un descenso del caudal.
Sobre el hecho de que no comunicase a Emergencias la retirada de los bomberos de esa función de vigilancia ha considerado que desde el Centro de Coordinación se controlaba la emisora por la que los bomberos hablaban y que pudieron haber conocido este hecho.
Además, ha insistido en que en el Centro de Coordinación de Emergencias tenían información relevante sobre dónde se estaban produciendo las principales incidencias aquella jornada, por las llamadas al 112.
La retirada de los bomberos de estas funciones de vigilancia está siendo una de las claves de la investigación judicial sobre la gestión de la dana y sobre la que se ha interrogado a varios testigos.
El pasado 7 de diciembre una operadora de la sala de mando de Emergencias aseguró, también en su comparecencia ante la jueza instructora, que los bomberos que acudieron a vigilar los cauces el día de la dana no informaron de su retirada.
Explicó que ella misma llamó a los bomberos alrededor de las 13 horas para solicitar la vigilancia de cauces y barrancos como los del Magro y el Poyo, respectivamente.
Añadió que los bomberos nunca respondieron a esa solicitud con información sobre su ubicación ni sobre caudales, ni tampoco informaron sobre el momento de su retirada.
Según explicó esta testigo, una vez dada la instrucción de vigilancia, ésta se debería haber mantenido hasta nueva orden.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia