José Antonio Sorzano.
Somos muchos los que aún
nos preguntamos por qué existe tanto “chorizo” suelto. Máxime, si tenemos en
cuenta las pruebas incriminatorias que los señalan por todos los lados. Soy de
los que piensa que una temporada en la “sombra” viene a ser la mejor terapia
para que esta panda de “carteristas” de guante blanco empiecen a pensar
seriamente en devolver la pasta del botín de sus fechorías y mangancias varias.
Pues bien, todo eso me
parecería muy acertado como parte de un manifiesto ciudadano rebosante de
ética e indignación, si no fuera porque la realidad es bastante más cruda de lo
que muchas veces quisiéramos la gran mayoría.
El otro día me comentaba,
medio de coña, un compañero de la facultad de Derecho, convertido hoy en todo
un magistrado de pro, el inconveniente de meter a tanto chorizo en la cárcel
cuando la realidad es que en la actualidad no hay sitio para todos. Si la
población reclusa actualmente asciende a unos 70.000 reclusos de media,
instalada en unos recintos penitenciarios con capacidad para unos 60.000,
quiere decir que ya estamos dentro de los índices del hacinamiento recluso.
Por lo tanto, intentar meter a unos cuantos miles más como consecuencia de la
mangancia y la corrupción institucional establecida y debidamente asentada, sería
más que imposible. Y cifro en unos miles más los sinvergüenzas a ingresar,
porque llegara un día que si empezamos a sumar la administración Central, la
Autonómica y, sobre todo, los ayuntamientos, España tendría que construir yo
diría que el doble de cárceles para dar “cobijo y sustento” carcelario gratis a
cuenta de nuestros impuestos, a gran número de nuestros ahora gobernantes y
administradores.
El ejemplo más reciente lo
tenemos con ese primer espada de la mangancia, como es nuestro querido Luis
Bárcenas, que ha tenido que compartir “suite” carcelaria con otro colega de la
delincuencia común, porque la cárcel estaba petada de obligados “inquilinos”
a cuenta del Estado. Si este tío en vez de ser un “chori” se hubiera dedicado
al noble arte del toreo, estoy seguro que hubiera completado cartel con ese
fenómeno de la muleta llamado José Tomas. Que arte ha demostrado tener el
menda, pero en este caso para dejar en “pelotas” a sus propios y engominados
compañeros del PP, de cuya caja les ha birlado más de 50 millones de euros.
Y digo esto, porque lo que
parece ser una “coña marinera”, la realidad es que, según mis buenas fuentes,
hay jueces de Vigilancia Penitenciaria y altos funcionarios del Cuerpo de
Prisiones, que en estos momentos como consecuencia de las recomendaciones y
presiones desde las “alturas”, no saben ya donde pueden acomodar a tanto
ilustre inquilino, para que no pasen el mal trago de estar mezclados con los
presos comunes.
Al paso que vamos no me
extrañaría que Instituciones Penitenciarias comenzara a estudiar seriamente el
problema que se le está planteando, en cuanto a la ubicación de los estos
“ilustres” en cárceles o cuanto menos en pabellones habilitados especialmente
para ellos.
Recuerdo perfectamente, cuando el PP sacaba pecho, pegándole hasta en el
paladar a Felipe González, por los escandalosos casos de corrupción de aquella
época: Roldan, Filesa, Malesa, Time Sport, Mariano Rubio……. etc. Y actualmente
coronados con el escandaloso caso de los ERES en Andalucía, y alguno de más
pequeña intensidad. Pero es que ahora las tornas se les están volviendo en su
contra a los chicos de la gaviota, con toda la legión de ilustres que cuanto
menos ya están imputados por la Justicia, y no por mi tía la del pueblo
precisamente. Ahora ya no solo esta nuestro amigo Luis Bárcenas. A la vera de
este, para disgusto de don Mariano Rajoy, esta toda la tropa de Gurtel, Noos,
Blasco, y una larga lista de ayuntamientos cuyos alcaldes ya están en la lupa
de nuestros jueces y fiscales. Toda una novela que veremos como acaba.
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