Volvió Rus. Hoy nos hemos despertado con la redada por el Caso Imelsa, esa trama comisionista acaecida en la empresa pública provincial Impulso Económico Local dependiente de la Diputación de Valencia. Un culebrón de cintas, repartos, sobre y comilonas bien adornada por un protagonista de excepción, en su papel de galán transfigurado, el anteriormente llamado Marcos Benavent. Ahora nuevo gurú de la new age...
Parece que la niebla llega a las orillas de un PP provincial que no ha sabido, o no ha podido, establecer un cordón sanitario suficiente ante la herencia recibida. El actual líder provincial Vicente Betoret, inmaculado en su tránsito político, se crió como delfín del rusismo imponente de las últimas legislaturas, pero supo bien deslindarse de su cúpula conjurada en la cima de la Diputación de Valencia, dedicándose a Vilamarxant y a su escaño en Corts Valencianes.
Cuando abruptamente aterriza en la presidencia provincial del partido, intenta marcar impronta propia ante la amalgama rusista que todo lo ocupaba... Y renueva equipos y estructuras hasta dónde puede y/o le dejan. Tuvo que cargar en la mochila aún demasiado peso del antiguo régimen, manteniendo en la institución provincial a nombres como Rafael Soler, Emilio Llopis, Juan José Medina o Amparo Mora, los cuales ahora representan un problema para el nuevo líder popular. De cómo plantee la resolución de esta encrucijada que le ha sobrevenido dependerá su consolidación como referente provincial del partido.
De cada crisis nace una oportunidad. Es por ello que parece ser el momento de la apuesta por la renovación total de las estructuras del PP en la provincia de Valencia. Soltar lastre y reforzarse de cara al futuro. El tan ninguneado Alberto Fabra bien que lo hizo en su momento. Nunca suficientemente ponderado, el expresidente de la Generalitat limpió en su totalidad su grupo parlamentario y conformó unas listas electorales nuevas y sin mácula. No le tembló la mano al destituir a Alfonso Rus de presidente provincial, apartándolo del partido y de la candidatura a Xàtiva, esa fatídica última semana de la campaña electoral de mayo de 2015. A César lo que es del César.
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