Carles López Cerezuela. EPDASi el PSOE no cambia tiene toda la pinta de pasar a ser un partido de los que se estudian en los libros, un partido que pasará a la historia en todos los sentidos. Obtiene los peores resultados de la historia y no reacciona, hace como que no pasa nada. Se ha convertido en un pesebre de supervivencias de largas trayectorías política, una cadena de favores constante, un salvavidas político del arribismo político de los ochenta y los noventa.
Siempre tuve claro que el PSOE no era mi referencia a pesar de ser de pensamiento socialdemócrata. Probablemente fuera una intuición juvenil pero muy pronto me di cuenta de que el PSOE maneja demasiado bien la poesía ideológica y muy mal la realidad de gobernar y tomar decisiones. Se centró tanto que ha acabado descentrado.
De todos modos, el PSOE no es una excepción europea. Muchos partidos de corte "socialista" optaron por el socioliberalismo de "tercera vía" cuando lo que se repartía y se gestionaba era la abundancia. Mientras la abundancia ficticia permitía indicadores aceptables y la sociedad del bienestar se convertía en sociedad de la comodidad los partidos socioliberales como el PSOE incidían en la conquista de derechos civiles postmaterialistas dejando que el libre mercado gobernara el resto de cosas. Eso producía una nebulosa sensación de avance histórico. Así, el PSOE se alimenta básicamente de cuestiones postmaterialistas (las que no afectan al sistema económico directamente como aborto, género, bodas gays, separación iglesia-estado) para autodenominarse izquierda. Y el público en general le ha creído en numerosas ocasiones a veces por ilusión (primera época Zapatero) a veces por temor (segunda época Zapatero).
Pero cuando se ha tenido que gestionar la escasez y el postmaterialismo ha tenido que retroceder frente a la cuestión de abordar el capitalismo como sistema, el PSOE no tiene respuestas. Nunca las ha tenido. No tiene un modelo social y económico alternativo. Por eso siempre hace las cosas a medias con medidas que no contentan a nadie ni resuelven nada. Tanto tiempo ofrendando glorias a los mercados que ahora no saben qué hacer con ellos.
Personas válidas
Es evidente que dentro del PSOE sigue habiendo personas válidas de convicciones socialdemócratas y modelos de izquierda. Y puede que si esas personas llegan a montar una " revolución interna" el PSOE evolucione hacia otra cosa pero, hoy por hoy, como dinámica colectiva, el PSOE se ha convertido en un problema ideológico serio. Por eso la socialdemocracia opta preferentemente por partidos de mayor firmeza, independencia y con un modelo alternativo de política por encima de la economía.
Disiento en la afirmación del ex presidente Felipe González sobre que el PSOE no tiene un proyecto para la mayoría. El problema del PSOE es que no tiene proyecto. Ni para la mayoría ni para la minoría.
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