El portavoz del Grupo Municipal del Partido Socialista durante su intervención. EPDA Era
uno de los puntos más esperados del pleno de Sagunto. La reducción
del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a los vecinos de Sagunto y la
subida a lasempresas con Bienes de Inmuebles de Características
Especiales (BICES) con un valor catastral de más de un millón de
euros. Sin embargo, la falta de acuerdo entre el tripartito y la
oposición ha impedido que salga adelante esta nueva política fiscal
redistributiva.
La concejala de
Hacienda, Teresa García, fue la encargada de exponer la propuesta
del equipo de gobierno (Compromís, EU y ADN Morvedre).Se trata
deuna “innovadora política fiscal redistributiva” con el
objetivo de evitar los efectos del catastrazo en las familias de la
ciudad y mantener la recaudación municipal dada la necesidad de
realizar un Plan Económico y Financiero como consecuencia de “los
reiterativos incumplimientos de los principios de estabilidad
presupuestaria”, según detalló García en el pleno municipal.
Con esto se
pretende que haya una progresividad en los impuestos municipales así
como ya ocurre con las BICES (empresas con Bienes de Inmuebles de
Características Especiales), donde la ley permite una modificación
del gravamen (Arte. 72.4) para que aquellos inmuebles con un mayor
valor catastral (más de 1.000.000 de euros), contribuyan con un
esfuerzo mayor, puesto que son sus propietarios los que disponen de
más recursos para poder aportar a las arcas públicas.
En definitiva, se
trata de pedir "un mayor valor fiscal a aquellos que más
tienen, porque tienen mayor capacidad para aportar al municipio y
para superar mejor la adaptación a la normativa presupuestaria, como
consecuencia de no tener presupuesto municipal desde 2009 y de los
reiterados incumplimientos de los principios de estabilidad
presupuestaria", reitera la concejala de Hacienda.
Hasta ahora las
37 empresas consideradas BICES aportan cerca de 6 millones de euros,
y el resto de las 67 grandes empresas apenas aportan 1.100.000 euros.
Por ello la propuesta que realiza el equipo de gobierno se centra en
aplicar gravámenes previos al catrastrazo y que no se apliquen los
máximos, tal y como ocurre con las BICES. Con esta modificación,
las grandes empresas pasarían a aportar 1.700.000 euros de un máximo
de hasta 2.100.000 euros, equilibrando de este modo el nivel de
ingresos del Ayuntamiento de Sagunto.
Con esta
propuesta, el conjunto de los inmuebles dedicados al comercio con un
catastro superior a 1.000.000 de euros aportarían un incremento de
77.742 euros, mientras que el conjunto de los inmuebles dedicados a
la industria con un catastro superior a 1.000.000 de euros aportarían
un incremento global de 539.192 euros. En el primer caso, la cuota
media anual del IBI se incrementaría en 4.858 euros, mientras que en
el segundo 11.003 euros, siendo el tipo de gravamen del 0’87 frente
al 0,62% establecido en la actualidad.
Por su parte, el
tipo de gravamen de urbana residencial se propone bajar al 0’57
frente al 0,62% actual.
Todos los
partidos políticos de la oposición se mostraron de acuerdo en
reducir el tipo de gravamen de los inmuebles residenciales, incluso
el PP y el PSPV presentaron sendas enmiendas para reducir este
coeficientes al 0,56% y 0,55%, respectivamente. El problema se centró
en la subida del tipo a las grandes empresas un 40%. En este sentido,
el concejal de Iniciativa Porteña, Juan Guillén, alertó el rechazo
que puede suponer esta subida a la implantación de futuras empresas
en la localidad. "Es contradictorio y contraproducente esta
propuesta con el impulso que se quiere dar a Parc Sagunt",
criticó Guillén. Además, desde Iniciativa Porteña se propuso
reducir el tipo de gravamen en el núcleo de Puerto de Sagunto a un
0,48% por ser una de las zonas "con un mayor valor catastral".
Por su parte, el
Grupo Municipal del PP defendió mantener "los mismos niveles de
recaudación". Según el portavoz del PP, Sergio Muniesa, "desde
el Partido Popular presentamos, en tiempo y forma, una enmienda que
pretendía rebajar la carga fiscal a los ciudadanos, al pretender
rebajar a 0.56 %, suponiendo un ahorro para todas las familias, y
mantener el gravamen a las empresas con lo que conseguíamos que
pagaran lo mismo que el año pasado. Esto mantenía los ingresos que
el Ayuntamiento conseguía y beneficiábamos a los inmuebles de
naturaleza residencial".“Nosotros entendemos que con
nuestra propuesta las familias pagarán menos que el año pasado por
la contribución de su casa y mantenemos el nivel de ingresos que se
recauda por el IBI que pagan las empresas.” declara el portavoz del
Partido Popular.
Desde Ciudadanos
x Sagunto tampoco estaban de acuerdo en incrementar el coeficiente a
las grandes empresas y apoyaron la enmienda del PP.
Los únicos que
plantearon una subida a las grandes empresas, pero más leve, fueron
los socialistas, que también presentaron una enmienda para reducir
el tipo impositivo a los bienes de naturaleza residencial en un
0,55%, y al industrial de empresas y comercios con inmuebles de más
de un millón de euros un 0,75%.
Sin embargo, el
secretario y el interventor del Ayuntamiento de Sagunto emitieron un
dictamen en contra a todas las enmiendas, porque aparte de que no se
presentaron algunas en tiempo y en forma, "no se presentaron con
un estudio económico previo dada la importancia de este impuesto,
propio de una comisión de seguimiento". En este sentido, el
alcalde, Quico Fernández, subrayó que "se tiene que hacer un
cálculo para confirmar que no se vulnera la estabilidad
presupuestaria".
De esta forma, el
equipo de gobierno decidió retirar el punto del pleno, a propuesta
también de la oposición, para ser tratado en comisión y para
"vitar que el impuesto suba un 10%, porque si no se aprobaba la
propuesta, se mantenía el coeficiente que había", matizó la
concejala de Hacienda.
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