Sor María Rosario con Lisardo Castelló, cura párroco. FOTO: EPDA La Font de la Figuera acaba de iniciar su Año Santo y, siguiendo con su
compromiso de ayuda a los más pobres, recibió la visita de la misionera en
Benin (África), sor María Rosario Francés. Misionera desde los 50 años, afirma
que su única vocación ha sido ayudar a los más necesitados porque es el don que
Dios le ha dado e incluso señala que no le importaría contagiarse de enfermedades
como el ébola porque “la vida no me pertenece. Si hay un necesitado me tengo
que entregar a él y si el Señor me pide la vida, bendito sea, porque habrá sido
su voluntad”.
El pasado fin de semana, la hermana Rosario visitó la Font de la Figuera y la Parroquia Natividad
de Nuestra Señora. A través de sencillas pero emotivas palabras, consiguió la
empatía de vecinas, vecinos y visitantes que no dudaron en aportar su granito
de arena en su lucha por la pobreza.
Fue así como, convirtió este primer acto
del Jubileo en un ejercicio de compromiso y amor concreto. "Toda la
colecta de este fin de semana (más de 600 euros) ya va camino a ayudar a los
más necesitados de la mano de sor Maria Rosario Francés, vecina de una
población que se siente orgullosa por su misión", afirma Lisardo Castelló.
El contacto permanente con la pobreza y las situaciones extremas de penuria
la movieron a sor María Rosario a crear un hospital y una farmacia para
dispensar medicinas, atender a los niños desnutridos al borde de la muerte y a
las personas desahuciadas. Pero su labor no acaba ahí, porque también aboga por
la educación, especialmente en un sector aún muy marginado en África, la mujer. Muestra de
ello es su continua lucha por la formación de niñas jóvenes y madres sin
recursos.
La apertura del Año Santo, el cual fue solicitado por el Arzobispo de
Valencia, Carlos Osoro y concedido por el Papa Francisco, tuvo lugar el pasado jueves
24 de julio de 2014. El Jubileo estará orientado, preferentemente, a los
jóvenes. Será un intenso año que invite a la conversión personal, pero con
dimensión social, con amor a todas las hermanas y hermanos con un firme
compromiso por la justicia y la paz en el mundo, con especial atención a los
marginados, excluidos o desheredados.
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