Fernando Arenas, portavoz del PSOE de Utiel y secretario de lucha contra la desinformación del PSPV en la provincia de Valencia./EPDA
La limpieza en un municipio no puede ser un acto reflejo. Tampoco puede depender de si alguien lo denuncia en redes sociales o si una fotografía genera revuelo. La limpieza, como el resto de servicios públicos, debe ser una prioridad constante, fruto de la previsión, la organización y, sobre todo, del respeto a los vecinos y vecinas que pagan con sus impuestos un Ayuntamiento que debe estar a la altura.
Hace apenas unos días, Utiel acogió un evento fallero de gran magnitud que reunió a juntas locales de toda la Comunitat Valenciana. Fue un orgullo ver nuestra ciudad llena de gente, de fiesta, de vida. Y lo seguiré celebrando siempre, porque cada oportunidad que tenemos para mostrar lo que somos y lo que valemos como pueblo es valiosa. Pero no todo vale. Lo que no puede ocurrir, y por desgracia ocurrió, es qué hasta el jueves siguiente a ese evento, las instalaciones del polideportivo —utilizadas a diario por muchas niñas y niños— estuvieran todavía cubiertas de basura, botellas, restos de comida y un evidente estado de insalubridad.
No fue una percepción subjetiva. Lo vimos con nuestros propios ojos, y lo vieron también decenas de ciudadanos que, preocupados, compartieron imágenes y mensajes en redes sociales denunciando la situación. Sin embargo, la respuesta del equipo de gobierno no fue la de asumir el error, tomar nota y reforzar los protocolos de limpieza. No. Optaron por negar la realidad desde el perfil oficial del Ayuntamiento, sugiriendo que esas imágenes no se correspondían con la situación actual. Y eso es, sencillamente, inaceptable.
La limpieza no se improvisa. Y si el polideportivo no estaba limpio al día siguiente de un evento de estas características, no es culpa de los trabajadores municipales, que hacen su labor con una profesionalidad encomiable. Es consecuencia directa de una falta de planificación, de una concejalía delegada de Servicios Generales que no dio las instrucciones necesarias con antelación ni reaccionó con agilidad cuando fue evidente que las instalaciones necesitaban una limpieza urgente.
Este no es un hecho aislado. La dejadez que estamos viendo en la gestión de los servicios públicos viene de largo. La DANA que afectó a Utiel hace unos meses evidenció aún más esa falta de previsión, pero no la originó. Ya entonces denunciamos que no se estaban tomando medidas suficientes para recuperar espacios públicos, que la coordinación brillaba por su ausencia y que todo se hacía tarde y mal. Hoy seguimos igual, o peor.
Y mientras tanto, son los trabajadores y trabajadoras del Ayuntamiento quienes sostienen este servicio esencial con su esfuerzo y compromiso. A ellos, todo mi reconocimiento y agradecimiento. Porque si Utiel está, en gran parte, en condiciones aceptables, no es por la capacidad organizativa de quienes gobiernan, sino por la implicación de quienes, muchas veces sin la organización adecuados, dan la cara cada día. La plantilla municipal no merece cargar con la falta de liderazgo político. Lo que necesitan es una dirección clara, recursos y respeto.
A todo esto se suma una cuestión económica que no podemos pasar por alto. Las pistas del polideportivo, prácticamente nuevas y con una inversión cercana a los 150.000 euros, presentan ahora graves desperfectos. ¿Era necesario celebrar allí el evento? ¿No había alternativas más adecuadas, como la Avenida del Deporte? ¿De verdad nadie pensó en el riesgo que implicaba someter esas instalaciones a un uso intensivo sin protección ni refuerzo? La respuesta a estas preguntas vuelve a ser la misma: improvisación.
Como portavoz del Grupo Municipal Socialista no me cansaré de exigir al equipo de gobierno lo que cualquier vecino exigiría: planificación, responsabilidad y humildad. No se puede gobernar a golpe de Facebook, ni pretender tapar errores con publicaciones institucionales que niegan la evidencia. Ser gobierno no es tener siempre razón. Ser gobierno es saber rectificar, escuchar y hacer las cosas mejor la próxima vez.
La limpieza de Utiel no puede depender de una denuncia pública. Debe formar parte de una gestión seria, continua y comprometida. Y mientras eso no ocurra, seguiremos señalándolo, porque este municipio merece mucho más que excusas.
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