Fernando López-Egea.
Iniciada la campaña electoral de las europeas, sería
deseable ejercitar la memoria, esa herramienta que disponemos los
seres humanos para guardar, almacenar, codificar y recuperar
información. Muchos os preguntareis por qué digo esto. Muy
sencillo. Cuando llegan las campañas electorales la maquina poderosa
del bipartidismo se pone en marcha y con ella medios, recursos y
engaños sistemáticamente programados para que durante 15 días
olvidemos y no hagamos uso de nuestra memoria y de un análisis
sosegado de por qué hoy somos más pobres y tenemos menos coberturas
sociales o más paro que hace 4 años. En esa carrera diabólica por
el poder repleta de consignas, cuentos chinos y mensajes manipulados,
podemos observar y padecer decir a Mariano Rajoy (PP) sin ningún
sonrojo, que estamos saliendo de la crisis con un 26 % de paro o a
Elena Valenciano que la culpa es del chachachá PP, sin explicar a la
ciudadanía que la socialdemocracia europea (PSOE) y el Partido
Popular Europeo (PP) han estado gobernando conjuntamente la Comisión
Europea, compartiendo y votando conjuntamente el 73 % de las
iniciativas discutidas en el Parlamento Europeo. De hecho esta
alianza se observa en la rotación pactada entre “populares” y
“socialdemócratas” para que la presidencia del Parlamento la
ejerciera media legislatura Jerzy Buzek (PPE) y la otra media Martin
Schütz (PSE). Las consecuencias de estas políticas de corte
neoliberal basada en recortes y planes de ajuste han sido evidentes:
paro, precariedad, pobreza, privatizaciones, recortes sociales y
desesperación de millones de ciudadanos/as.
Ambas fuerzas desde la sumisión a la señora Merkel han
aplicado la regla de oro del equilibrio presupuestario que supuso la
modificación constitucional con la introducción del art. 135, que
establece como prioritaria el pago de la deuda y el control del
déficit y deja en segundo plano la sanidad, la educación, el
empleo, las coberturas sociales…
De esa filosofía y de ese dogma neoliberal ha mamado
PP-PSOE. Y esas políticas de recortes y planes de ajuste, están
suponiendo bajadas de salarios, destrucción del tejido productivo
generando paro y más paro, pérdida de poder adquisitivo de los
trabajadores/as y los pensionistas, entregas de nuestro sector
público para su mercantilización y negocio y extensión de la
pobreza hasta límites insospechados.
Ambas fuerzas echan la culpa a la crisis. Como si la
crisis tuviera consecuencias divinas y no fueran producto de las
decisiones del ser humano, más concretamente de sus gobernantes y de
poderes económicos que conjuntamente con la TROIKA ( BCE,FMI,
Comisión Europea) siguen aplicando las recetas que permiten al
capital recuperar tasas de ganancia mientras condena a la inmensa
mayoría de la población al sacrificio permanente. Ante esta
realidad está el poder de la gente, de los trabajadores, de los
pensionistas, de los dependientes… Ese poder que permitió ganar
la batalla de la sanidad en Madrid. Ese poder que ha permitido
paralizar tantos y tantos desahucios. Ese poder que ha obligado a
replantear ciertos ERE´S. El poder de la gente como vimos el 22M y
en tantas y tantas luchas y movilizaciones debe decir el próximo día
25 M no a esta construcción de la Europa del Capital y las
Multinacionales y si a la Europa de los pueblos.
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