José Antonio Sorzano.
Los tiempos de total
entendimiento con aquel autentico defensor y padrino de nuestra democracia,
el canciller Willy Brandt. Así como el magnífico “buen rollo” mantenido por
Felipe González, con el orondo canciller alemán Helmunt Kohl, difícilmente se
volverán a repetir. Entre otras razones, porque estos son otros tiempos, donde
desgraciadamente Rajoy no es un Felipe González, capaz de venderle un polo a
un esquimal desde su atinado sentido de Estado, ni la prusiana Sra Merkel es el
canciller Kohl, político mas europeísta que Carlomagno.
Hace 70 años, que la
Alemania del III Reich, quiso conquistar Europa con sus divisiones “Panzer” y
sus 8 millones de soldados. Ahora, su sed de mando la lleva nuevamente a
intentar una nueva conquista de Europa, pero esta vez de una manera pacífica
pero más sutil y sibilina a través del dominio del Euro y el Banco Central
Europeo, cuyo mando directo ostenta la canciller Merkel, desde su particular y
nuevo IV Reich.
Al hilo de todo eso, cabría
recordarle a la Sra Merkel, que fueron los países del sur entre los que se
encuentran la segunda, tercera y cuarta economía de Europa, como es España,
los que en los años noventa, en un ejercicio de total solidaridad, apoyaron
con toda clase de bendiciones económicas el proyecto de reunificación de las
dos Alemanias.
Dicho lo cual, quizás haya
llegado la hora de decirle igualmente a la todopoderosa Sra Merkel, que ella
no es la única que tiene voto y mando en esta “fiesta”, como reina madre de
Europa. Ya que si bien Alemania es la que más aporta al llamado Fondo de
Rescate europeo con 190.024,8 millones de euros. No es menos cierto, que las
llamadas despectivamente economías del sur, como son Francia, Italia y España,
aportan 350.000 millones de euros, de los 700.000 millones con que cuenta dicho
Fondo. O sea, el 50% del mismo. Francia, 142.701,3 millones de euros. Italia,
125.395,9, y España 83.325,9. Por lo tanto, a la vista de estas cifras, yo le
diría a la Sra. Merkel y sus países acólitos que “menos lobos” a la hora de
sacar pecho como dueña y señora del “tinglao” europeo.
Sin los países del sur, no
hay Eurozona que valga, y yo me atrevería a pronosticar que ni una Unión
Europea que se sostenga. Por lo tanto, o se ralentiza racional e
inteligentemente la política de “austericidio” impuesto por la Sra. Merkel a
los países del sur, impuesta simplemente para que se pague con máxima
celeridad la deuda con los bancos alemanes, o se puede ir todo el invento
europeo al carajo. Así de simple.
Lo que está claro es que la
falta de personalidad y excesivo entreguismo demostrado por todo el Gobierno
del Sr Rajoy, así como su falta de creatividad alternativa e iniciativa propia
ante las imposiciones de recortes desde Europa, posiblemente sea en parte lo
que nos está abocando, cada día más, a no tener a fecha de hoy ninguna meta
que nos saque de la crisis de la cual este Gobierno nos está demostrando no
estar capacitado para poder salir de ella.
Por último, sería bueno
recordarle a algún “listo” de la llamada Europa del norte, que desde el siglo
XVI la concepción de una Europa sin España, o una España sin Europa, hubiera
resultado ser una entelequia o absurdo de difícil comprensión para los
historiadores del mundo entero.
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