TERESA ORTIZ. /EPDA La reputación de la clase política española atraviesa uno de sus peores momentos. Los numerosos casos de corrupción y la falta de ética de muchos de nuestros políticos ha tenido su reflejo en una mala gestión en las instituciones. Además, en términos económicos, nos encontramos de facto en un periodo de estanflación en España, y lo peor de ello es la falta de actuación en lo que respecta a políticas macroeconómicas que solucionen la situación actual.
En este contexto, parece que los españoles ya no ven en muchos políticos un referente y en la mayoría de los casos acaban votando contra algo o contra alguien en unos casos, y en otros casos a unas siglas que ni siquiera representan su propia ideología. La situación de hartazgo en la ciudadanía es relevante y se ha visto reflejada hasta en algunos anuncios televisivos. Con todo, el hecho de acabar desentendiéndose de la política, puede tener un precio demasiado alto, pues como citaba Platón: "el precio de desentenderse de la política es el ser gobernado por los peores hombres".
Ahondando en la política, cabe decir que la estructura de los partidos políticos es compleja, más que la de las empresas privadas, comparativamente hablando. En las estructuras políticas las funciones se reparten entre diferentes Secretarías, que realizan el trabajo de su área con el apoyo de los militantes o simpatizantes. Como pueden deducir, los afiliados son el verdadero motor de los partidos. Ellas y ellos son personas que con su compromiso con la sociedad se sienten identificados con una determinada ideología y deciden participar en un partido político. Ellos son la cara no visible de los partidos y los que realmente hace posible que estos funcionen. Los afiliados aportan recursos económicos con sus cuotas y su trabajo voluntario, aportan ideas y siendo la base, junto con otros mecanismos de selección, para futuros cargos políticos, en función de la capacitación, valía y mérito personal.
Si algo me ha parecido curioso a lo largo de este periodo en política es como para muchos ciudadanos de algunas poblaciones todavía resulta complicado identificarse políticamente. El anonimato de las grandes ciudades facilita la libertad asociativa, mientras que, en poblaciones de menor tamaño, la vinculación con un partido político puede condicionar la posibilidad de encontrar trabajo, las relaciones sociales, o el vínculo con entidades de la zona. Parece mentira que este fenómeno se siga dando en pleno siglo XXI, donde algunos alcaldes actúan cual señores feudales se tratará. Esta es otra visión de la corrupción que no solo se ve reflejada en grandes casos de apropiaciones, sino en la falta de libertad que se traslada a los ciudadanos de algunos municipios.
Los partidos también sufren el fenómeno pasajero de las modas. Esto puede acabar pasando en los momentos de éxito de la marca, generando un efecto llamada que hace que mucha gente decida afiliarse a un determinado partido. Este fenómeno quedó evidenciado en los datos de afiliación al PSOE, tras la victoria de Felipe González en 1982, o en el caso de Partido Popular, con la victoria de José María Aznar en 1996. Los partidos, por tanto, también se ven afectados por las expectativas de conseguir un buen resultado.
Con los datos que les aporto, llego a la conclusión que el espíritu de sacrificio y de servicio que se refleja en la política debería trasladarse exclusivamente a los ideales. Los grandes cambios que se han llevado a cabo en la historia se han producido gracias a la ideología, y no a las expectativas, ni a las modas. Los partidos políticos que han estado en el gobierno más años cuentan con un mayor número de afiliados y simpatizantes, pero esto no es clave, sino los ideales que les cito. De hecho, el movimiento sufragista que reivindicaba el derecho al voto femenino surgió gracias a la necesidad de las mujeres del derecho al voto, hasta aquel entonces reservado exclusivamente al género masculino.
Muchas veces pensamos que no podemos cambiar la gestión de nuestro país y nos lamentamos sin intentar buscar una solución. Pero las decisiones políticas son un reflejo de nuestra propia Sociedad a través de nuestros votos y somos mucho más capaces de poder para poder cambiar las cosas de lo que nos pensamos. En ocasiones, confundimos la utilidad del voto con seguir una determinada expectativa que acaba cumpliéndose precisamente por estas tendencias de opinión. La verdadera utilidad del voto es conseguir tener en las instituciones a los mejores gestores y, para ello, no tenemos que seguir las expectativas, sino analizar la mejor opción.
Concluyo afirmando rotundamente que los verdaderos protagonistas de un partido político son los militantes, que son los que trabajan incansables desde la sociedad civil, para que funcione un partido del político liberal y de centro. Ellos son los que dedican su tiempo libre a aportar ideas y trabajo. Los afiliados son los que están en continuo contacto con los ciudadanos, ya sean amigos, vecinos, compañeros de trabajo, conocidos o en plena calle en una carpa. Ellos son los que transmiten el mensaje desde el partido con el único objetivo de hacer funcionar la sociedad.
He de decir que, en mis más de siete años de afiliada a Ciudadanos, he visto como los afiliados de mi partido han trabajado perseverantes por el espacio de centro liberal en el que creían. He visto a cargos públicos cambiar de trabajo para poderse dedicarse mejor a sus cargos institucionales, de los cuales cobraban una asignación simbólica. Por tanto, lamento considerablemente que continuamente nos hayamos acostumbrado a ver casos de corrupción del PP y del PSOE, normalizándolos. Me apena ver cómo el bipartidismo ha naturalizado en sus filas la corrupción y cómo se ha acabado considerando que el poder corrompe, cuando lo que realmente corrompe al ser humano es la falta de valores.
Sea cual sea el resultado de las elecciones en Andalucía, estoy convencida de que nuestros afiliados seguirán trabajando tenazmente para que España vuelva a tener un espacio de centro liberal en el que se sientan identificados. Espero que el sentir de muchos españoles que consideran que somos necesarios, sea trasladar su apoyo en los próximos comicios. Ahí estaremos y les esperamos, con trabajo, ilusión y ganas de llevar a cabo acciones de política útil en cada territorio, así como para toda la nación en su conjunto.
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