Juan Benito Rodríguez Manzanares En Valencia
tenemos muchas épocas del año enraizadas en lo más profundo de nuestro ser,
pero si hay una de ellas que es emotiva por excelencia y nos hace recapacitar dentro
de un entorno de recogimiento, esperanza y fe, esa época del año indudablemente
es la Semana Santa.
En esta
celebración religiosa en la que rememoramos la Pasión, Muerte y Resurrección de
Nuestro Señor Jesucristo, nuestros corazones están más receptivos y nos sentimos
en comunión con Nuestro Señor, pues la esencia de la Semana Santa es sobre todo
recogimiento y oración.
La Semana
Santa se celebra en multitud de países del mundo, y cada uno tiene sus
peculiaridades. Así, de nuestros países hermanos sudamericanos reseñaré a Perú
donde la Semana Santa se celebra de forma especial en Ayacucho, ciudad que es
conocida como la «la ciudad de las iglesias». Bolivia, donde celebran la
«Kespiyariña» donde en Viernes Santo, cuando Nuestro Señor está muerto, se
hacen numerosas travesuras y pillerías. Venezuela, donde en algunos lugares se
celebra la «Quema de Judas». Ecuador, donde el Miércoles Santo se celebra en la
Catedral de Quito el «Arrastre de caudas», conocido también como «la Reseña». Y
otros muchos países con sus respectivas costumbres.
Aquí en
España contamos con las impresionantes semanas santas del sur de la península,
como Málaga, Granada o Sevilla, donde las Cofradías son míticas y los «pasos», aun
pesando sobre 1500 kg y los 2000 kg, hay verdaderas listas de espera para tener
el privilegio de portar sobre los hombros el paso de tu devoción.
Pero en
Valencia, a pesar de que hay muy buenas procesiones de Semana Santa en
numerosos puntos de nuestra geografía como la Semana Santa de Alboraya, con la
magnífica Hermandad de la Oración en el Huerto y Nuestra Señora de la
Esperanza, con don Salvador Martí Hueso al frente de ella, la Semana Santa
que brilla con luz propia, es la Semana Santa Marinera, declarada
desde 2011 como Fiesta de Interés Turístico Nacional, la cual se realiza en los
Poblados Marítimos, que comprenden el Grau, el Cabanyal y el Canyamelar,
teniendo el apellido de «Marinera» por su íntima relación con el mar.
A este
respecto, el refranero valenciano recoge el refrán:
«Si a Deu
vols pregar, fica’t en la mar»
(«Si a Dios
quieres rezar, entra en el mar»)
En un
principio fueron los pescadores y marineros quienes comenzaron esta tradición religiosa,
pero no tardó mucho tiempo en unirse a esta celebración personas de cualquier
gremio y condición social.
Mas,
haciendo un poco de historia, cabe comentar que, en la parroquia de «Santa
María del Mar», sobre el año 1400 se conoce la existencia de «La Concordia» que
era una agrupación de la que San Vicente Ferrer (1350-1419), ostentó el cargo
de Prior, siendo esta agrupación unas:
«Piadosas
personas que se dedicaban por Semana Santa a santificar estas fiestas».
Mas, el
primer documento escrito que hace referencia a esta Semana Santa Marinera, es
de 1847, y viene de mano del historiador Basilio Sebastián Castellano de Losada
(1807-1891), titulado «Costumbres españolas. De la Semana Santa en varios
pueblos de Valencia, inclusa esta ciudad». Donde se recoge la descripción de la
Semana Santa que se celebraba en la parroquia de Santa María del Mar, citando
que, en 1795 nace una «Concordia de Sayones», a la que posteriormente se uniría
una «Concordia de Granaderos». Siendo los sayones o soldados romanos,
los que custodian al Nazareno; los granaderos quienes acompañan a la
Dolorosa; denominando «vestas» a los penitentes.
La Semana
Santa Marinera de Valencia tenía como principales imágenes, el triduo formando
por el Nazareno, padeciendo camino del Calvario; el Cristo, siempre
representado muerto en la cruz; y la Dolorosa, o, Soledad, que impotente padece
el sufrimiento de su hijo Nuestro Señor. Pero en 1924 se funda la Real
Hermandad de la Santa Faz, la cual, en 1927 introdujo un nuevo elemento de
culto, las cinco figuras que representan el «Paso de la Verónica», marcando
esto el inicio de la introducción de nuevos y numerosos «pasos».
Actualmente
la Semana Santa Marinera está dividida en nueve parroquias, siendo algunas de
ellas, la parroquia de Nuestra Señora del Rosario en el Canyamelar, y la
parroquia de Nuestra Señora de Los Ángeles en el Cabanyal. Y, algunas de las
hermandades más longevas son la Hermandad del Santísimo Cristo del Salvador, fundada
en 1851, y la Hermandad del Santísimo Cristo del Buen Acierto, fundada en 1872.
Aunque también contamos con hermandades de reciente creación como la Hermandad
del Santísimo Cristo de la Palma, fundada en 2009, o la Hermandad de la
Misericordia fundada en 2017.
Hay una
tradición en la madrugada del Sábado de Gloria al Domingo de Resurrección, en
la cual, se arroja agua y vajilla vieja desde los balcones. Esto se conoce como
la «trencà dels perols» («rotura de los peroles»), con la que se quiere poner en
valor que hay que deshacerse de lo viejo e inservible, para dejar paso a lo
nuevo con lo que renovarse.
Mas, no
quedaría completo este artículo, si no comentara sobre las distintas
procesiones que se celebran en la Semana Santa Marinera, como:
La Visita
a los Santos Monumentos o Tamborada, que se realiza el Jueves Santo,
que este año será el 9 de abril.
El Santo
Entierro, que se realiza el Viernes Santo, que este año será el 10 de
abril. Esta procesión es la máxima cumbre de la Semana Santa Marinera, también denominada,
Procesión del Silencio, pues en ella destaca sobremanera el silencio y
el recogimiento, llegando en ocasiones a sobrecoger ver tanta gente por todas
partes, y no oír absolutamente nada, a no ser que sea tu propia respiración.
Y la Procesión
del Domingo de Resurrección que este año será el 12 de abril, la cual es
una actividad muy colorista, pues con ella se festeja la Resurrección de entre
los muertos de Nuestro Señor Jesucristo.
Si nunca has
vivido en primera persona la Semana Santa Marinera, no te la puedes perder este
año, pues a buen seguro, te gustará.
Valencia es
sinónimo de cultura.
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