Juan Pedro Burgos, fundador de la Mancomunidad La Serranía. /EPDALa Serranía, esta bella valenciana tan desconocida. Tras muchísimos años de intenso trabajo de todos y cada uno de los pueblos de La Serranía desde los ayuntamientos y desde las dos mancomunidades hemos llegado, en septiembre de 2.023, a un horizonte de oportunidades para la comarca. Se ha trabajado mucho, y muy bien, en pro de nuestros vecinos de forma humilde, silenciosa, y asumiendo el destino, desde hace muchas décadas. Va en nuestra forma de ser. Pero ahora hemos de dar a conocernos, hemos de salir de nuestros términos municipales, y exigir el lugar que corresponde a La Serranía por méritos propios. Sin menospreciar a nadie. Va en nuestra forma de ser.
Sin ser un númerus clausus sí enumeraré poquísimos de los muchísimos singulares valores que nos hacen merecedores del reconocimiento presupuestario de nuestras instituciones y empresas públicas provinciales, autonómicas y nacionales: en esta época de sequía, La Serranía tiene dos pantanos; es el cauce caudaloso del Turia; tiene dos balnearios, el de Verche abierto, el de Chulilla cerrado, éste precisa la inversión necesaria para su reapertura; tiene una entidad financiera autóctona, La Caja Rural de Villar y su importantísima Obra Social; tiene empresas de primer orden, y grandes cooperativas, etc…
La Serranía es parte de la España Vaciada.
Para que en La Serranía las empresas mejoren y se instalen muchas más que son vitales, para que los pueblos no sigan perdiendo su población, y para que los ayuntamientos y las mancomunidades presten los servicios a los que los vecinos tienen derecho es necesario grandes inversiones públicas en toda la comarca que atraigan inversiones privadas. Todavía estamos a tiempo.
Hace falta millonarias inversiones. Es justo y necesario aparecer en los Presupuestos de la Generalitat y de la Diputación.
Por poner un ejemplo, se precisa mejorar todas carreteras, ya que en toda la comarca no hay ni un centímetro de ferrocarril. Así es ya indemorable ejecutar la comarcal que debería unir Requena con Segorbe, sobre todo el tramo Villar del Arzobispo-Alcublas, que además es un proyecto inacabado del año 1.928. Sí, al final de esta legislatura cumplirá 100 años de incumplimiento.
Estamos en el siglo XXI, es inexcusable la instalación de fibra óptica en todos los núcleos poblados. Y del gas natural para empresas, edificios públicos y viviendas.
Las inversiones en La Serranía, van en pro de la mejora de la calidad de vida de todos los valencianos. Para que nuestros montes continúen generando gratis aire puro y aguas para todos los grandes pueblos y ciudades fuera de esta comarca.
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